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De la revisión de convocatorias de oposiciones de las distintas comunidades autónomas, algunas de ellas publicadas deprisa y corriendo entre el 29 y el 31 de diciembre del pasado año, observamos que alguna de ellas permitirá realizar la defensa de una situación de aprendizaje en lugar de una unidad didáctica. Una u otra opción. Nosotros, como veréis, defendemos la opción más completa: expondremos la unidad didáctica y una situación de aprendizaje (SA) integrada dentro de su misma estructura.
Por tanto, en la defensa de nuestra unidad didáctica, ¿podemos desarrollar una propuesta de aplicación de una situación de aprendizaje incluida en dicha unidad? Como ya hemos apuntado, la respuesta es sí. De esta manera cubriremos dos propuestas de intervención didáctica que se interpenetran, se comunican y se relacionan entre sí.
Las situaciones de aprendizaje se presentan, al menos en su denominación, como una de las novedades de la LOMLOE (en realidad, no hay nada nuevo bajo el sol, pues ya contábamos con el ABP de similar concepción y hechura).
El caso es que, desde su fulgurante aparición, se han llevado a cabo proyectos colaborativos docentes. Contamos con infinidad de bancos de situaciones de aprendizaje conocidísimos y visitadísimos, como el Proyecto REA/DUA de Andalucía.
En relación a las posibilidades de la defensa, el mapa de oposiciones ofrece un puzle de alternativas:
Comunidades que permiten la entrega de situaciones de aprendizaje o unidad didáctica | Comunidades que solo permiten la entrega de unidad didáctica |
País Vasco | Comunidad Valenciana |
Principado de Asturias | |
Aragón | |
Murcia | |
Madrid | |
Castilla y León | |
Castilla-La Mancha | |
Canarias |
Es evidente que el grado de dificultad en la elaboración de la unidad didáctica es muy superior al de la situación de aprendizaje, pues en ella se dan cita multiplicidad de elementos curriculares que rebasan a los de la situación de aprendizaje. Además, con una UD brillante y perfecta podremos lucirnos en extremo.
¿Qué entendemos por situación de aprendizaje?
El propio RD 217/2022 las define como:
situaciones y actividades que implican el despliegue por parte del alumnado de actuaciones asociadas a competencias clave y competencias específicas y que contribuyen a la adquisición y desarrollo de las mismas.
En su ANEXO III ofrece pautas que dirigen el diseño de las situaciones de aprendizaje. A continuación, analizamos el dictado de sus recomendaciones.
La importancia de la motivación y el papel central del estudiante en el proceso de enseñanza-aprendizaje
La adquisición y el desarrollo de las competencias clave del Perfil de salida del alumnado al término de la enseñanza básica, que se concretan en las competencias específicas de cada materia o ámbito de la etapa, se verán favorecidos por metodologías didácticas que reconozcan al alumnado como agente de su propio aprendizaje. Para ello es imprescindible la implementación de propuestas pedagógicas que, partiendo de los centros de interés de los alumnos y alumnas, les permitan construir el conocimiento con autonomía y creatividad desde sus propios aprendizajes y experiencias (vid. Anexo III)
En realidad, la ORDEN ECD 65/2015 ,LOMCE, en su Anexo II., «Orientaciones para facilitar el desarrollo de estrategias metodológicas que permitan trabajar por competencias en el aula» , define el papel del estudiante como verdadero protagonista y agente de su propio proceso de enseñanza aprendizaje:
Uno de los elementos clave en la enseñanza por competencias es despertar y mantener la motivación hacia el aprendizaje en el alumnado, lo que implica un nuevo planteamiento del papel del alumno, activo y autónomo, consciente de ser el responsable de su aprendizaje. Los métodos docentes deberán favorecer la motivación por aprender en los alumnos y alumnas y, a tal fin, los profesores han de ser capaces de generar en ellos la curiosidad y la necesidad por adquirir los conocimientos, las destrezas y las actitudes y valores presentes en las competencias. Asimismo, con el propósito de mantener la motivación por aprender es necesario que los profesores procuren todo tipo de ayudas para que los estudiantes comprendan lo que aprenden[…]
En las famosas Cajas rojas LOGSE de 1992 encontramos la definición de los “centros de interés”. El profesor debe saber intervenir desde la convicción de que el centro de interés lo constituye el problema planteado y, en definitiva, la solución que del mismo dé el grupo. El profesor debe evitar la imposición unilateral, más o menos sutil, de las soluciones, justificándolas bien porque se juzgan «ideales», bien porque se consideren las más convenientes en un momento determinado.
Integración de los elementos curriculares, coordinación entre áreas y “saber ser”
Nosotros tratamos los elementos transversales de manera contextualizada e integrada con el resto de elementos curriculares. Algo parecido sucede aquí. La coordinación entre materias y ámbitos, fomentar la creatividad y el espíritu cooperativo son objetivos metodológicos a los que debemos prestar especial atención. Asimismo, estas situaciones han de potenciar la esfera afectiva (tratada por Elliot W. Einster (1987): Procesos cognitivos y curriculum, Barcelona: Ed. Martínez Roca), el “saber ser” de la LOMCE: “autoestima, reflexión crítica y responsabilidad”.
Las situaciones de aprendizaje representan una herramienta eficaz para integrar los elementos curriculares de las distintas materias o ámbitos mediante tareas y actividades significativas y relevantes para resolver problemas de manera creativa y cooperativa, reforzando la autoestima, la autonomía, la reflexión crítica y la responsabilidad.
Contextualización de la situación de aprendizaje: contextos que apuntan a la vida real
Sigue diciendo el Anexo III del RD 217/2022:
Asimismo, deben estar compuestas por tareas complejas cuya resolución conlleve la construcción de nuevos aprendizajes. Con estas situaciones se busca ofrecer al alumnado la oportunidad de conectar y aplicar lo aprendido en contextos cercanos a la vida real.
La función pragmática y contextualizada de estas situaciones servirá para adquirir nuevos aprendizajes, que en todo momento enriquecerán el saber acumulado y la experiencia de partida desde el punto de vista de la significatividad del aprendizaje (Ausubel,1976).
Una alusión al DUA (Diseño Universal de Aprendizaje) y la atención a la diversidad
Así planteadas, las situaciones constituyen un componente que, alineado con los principios del Diseño universal para el aprendizaje, permite aprender a aprender y sentar las bases para el aprendizaje a lo largo de la vida, fomentando procesos pedagógicos flexibles y accesibles que se ajusten a las necesidades, las características y los diferentes ritmos de aprendizaje del alumnado.
El planteamiento de fondo del DUA contempla medidas para flexibilizar el currículo y su accesibilidad para todo el alumnado, sobre todo en el ámbito de uso de las nuevas tecnologías. El DUA inicia su recorrido en la consideración de que la atención a la diversidad debe estar presente desde el inicio de la planificación curricular y pedagógica. Intenta lograr las mismas posibilidades de aprendizaje para todo el alumnado, erradicando posibles barreas y favoreciendo oportunidades para todos los alumnos/-as. Con este planteamiento contribuimos al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS4) de la Agenda 2030: «Garantizar una educación inclusiva y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje para todos».
Sus efectos pedagógicos duraderos a lo largo de toda la etapa
El diseño de estas situaciones debe suponer la transferencia de los aprendizajes adquiridos por parte del alumnado, posibilitando la articulación coherente y eficaz de los distintos conocimientos, destrezas y actitudes propios de esta etapa.
La SA favorecerá el alcance de conocimientos (“saber decir”), destrezas (“saber hacer”) y actitudes (“saber ser”) transferibles y duraderos a lo largo de la etapa.
Una nueva metodología con diversidad de agrupamientos
Las situaciones deben partir del planteamiento de unos objetivos claros y precisos que integren diversos saberes básicos. Además, deben proponer tareas o actividades que favorezcan diferentes tipos de agrupamientos, desde el trabajo individual al trabajo en grupos, permitiendo que el alumnado asuma responsabilidades personales y actúe de forma cooperativa en la resolución creativa del reto planteado.
Es obvio que para poner en marcha una determinada SA deberemos manejar diferentes metodologías que alteren el orden tradicional de tiempos, medios, recursos y agrupamientos. Lo importante es que los alumnos/-as sean conscientes de su grado de responsabilidad intragrupal y asuma su contribución al logro de los objetivos comunes propuestos.
Los recursos y medios
Su puesta en práctica debe implicar la producción y la interacción verbal e incluir el uso de recursos auténticos en distintos soportes y formatos, tanto analógicos como digitales. Las situaciones de aprendizaje deben fomentar aspectos relacionados con el interés común, la sostenibilidad o la convivencia democrática, esenciales para que el alumnado sea capaz de responder con eficacia a los retos del siglo XXI.
Ya hemos apuntado el papel central de la metodología en su dimensión material. Añade el anexo aspectos relacionados con la temática de la SA y que conectan de manera directa con los principios pedagógicos de la LOMLOE y los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030.
¿Unidad didáctica o situación de aprendizaje? ¿O ambas opciones?
Podemos integrar las situaciones de aprendizaje, como hemos dicho, dentro de las unidades didácticas. El separarla o no de la UD dependerá de su dimensión, envergadura y temporalización. Podemos integrar una SA de aprendizaje temporalizada en 4 ó 5 sesiones dentro de la unidad, pero debemos ser conscientes de que necesitaremos más tiempo para impartir dicha unidad.
Existen propuestas editoriales que integran “mini-situaciones de aprendizaje” al final de las unidades didácticas. Se trata de SSAA que pueden desarrollarse en una sesión. Otra opción es la de desplegar y desarrollar una situación de aprendizaje al estilo de un ABP, dilatando la vida del proyecto
En la defensa expondremos una situación de aprendizaje sí o sí
En cualquiera de los casos, en la defensa de la UD reservaremos tiempo para explicar nuestra situación de aprendizaje, ya sea como parte integrante de la UD, ya como un proyecto más transversal que desarrollaremos y temporalizaremos en un intervalo más largo que afectará a varias unidades.
Las SSAA complementan, apuntalan y son la verdadera guinda del pastel de una buena UD
Tradición y vanguardia: defensa de la unidad didáctica y 8 minutos para la exposición de la situación de aprendizaje
La experiencia nos dice que lo mejor es aunar tradición y vanguardia, es decir, la exposición de la unidad didáctica tradicional y, a continuación, 8 minutos para la explicación y defensa de la situación de aprendizaje.
Como ya hemos apuntado, algunos procesos nos dan la posibilidad de defender una situación de aprendizaje en lugar de la clásica unidad didáctica. Debemos pensar que la situación de aprendizaje recoge prácticamente los mismos elementos curriculares de la UD. La SA se relaciona con valores y temáticas de carácter práctico y situaciones contextualizadas y reales, aptas para abordar el tratamiento de valores y objetivos transversales, como por ejemplo los objetivos de desarrollo sostenible de la AGENDA 2030. De forma paralela a la unidad, la SA posee sus propios objetivos de aprendizaje (que podremos conectar con algunos de los contemplados en la propia unidad didáctica), justificación, descripción de la situación, proceso de elaboración, criterios de evaluación que perseguimos, competencias específicas, competencias clave, saberes básicos, metodología colaborativa, agrupamientos, medios, espacio, evaluación, nexos de enlace en su transversalidad, atención a la diversidad, DUA, etc.