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¿Por qué es necesario inculcar un espíritu de mejora en la preparación de oposiciones de lengua?

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    Un aspecto que debemos tener siempre presente es el de la mejora de la preparación de las oposiciones de lengua en todos sus ámbitos y dimensiones.

    El ajetreo diario, las obligaciones profesionales y el estudio no ha de ser óbice para que nos paremos a reflexionar sobre el sentido y dirección de la mejora formativa desde el inicio de la preparación hasta la realización de los exámenes.

    ¿Cómo mejorar la preparación del temario?

    Uno de los métodos que a mí personalmente me funcionó consiste en entender que trabajar el temario de oposiciones de lengua no es exclusivamente un mero instrumento o soporte teórico para la realización del examen de desarrollo del tema. Estudiar el temario de oposiciones de lengua es un medio para el enriquecimiento formativo y la adquisición de conocimientos, provechosos y útiles para la realización de la parte práctica.

    El temario de oposiciones es un trasunto del plan de estudios de Filología Hispánica, un microcosmos reflejado en 72 temas sintéticos, comprimidos y compactados. Algunos monográficos son asignaturas enteras de la carrera de Filología Hispánica o el Grado correspondiente en Lengua y Literatura españolas.

    Hay que decir que los cambios en el actual temario de oposiciones van a tener una repercusión directa en la manera que hemos tenido de entenderlo hasta hora y en su propio método de preparación: más orientado a la realidad viva de su aplicación al aula.

    ¿Cómo mejorar la preparación de las oposiciones de lengua en el día a día?

    Día a día podemos hacer muchas cosas para mejorar. La primera y más importante es la de reservar un tiempo fijo e intocable para la preparación. En efecto, es fundamental preparar, al menos, de 2 a 3 horas diarias. Si puede ser más tiempo, mejor.

    Cualquier momento es bueno para preparar las oposiciones de lengua. Hay opositores y opositoras que escuchan las clases grabadas haciendo la compra en el supermercado, paseando o cuando están de viaje. Una de las ventajas de las clases de nuestros cursos de preparación de las oposiciones de lengua y literatura es que se pueden visualizar o escuchar en diferido en cualquier contexto.

    ¿Qué creemos saber y qué es necesario saber?

    A la preparación de oposiciones y, sobre todo, a las pruebas que las componen, hay que acercarse con respeto, espíritu de humildad y predisposición a la mejora. Hay opositores/as muy humildes, al igual que los/las hay menos humildes porque creen que saben mucho. El espíritu de mejora va de la mano de la humildad y la modestia, que han de ser las suficientes para no incurrir en el error de creer que todo cuanto se sabe o se es suficiente para superar las oposiciones de Lengua castellana y Literatura.

    El perfil de opositores y opositoras aplicados/as, trabajadores, constantes y humildes suele ser el que mejor se acomoda a la plaza. Reconocer las carencias es un principio lúcido de íntimo acuerdo y toma de conciencia necesario para ponerles remedio y solventarlas. Si estas no se identifican, no seremos capaces de erradicarlas.

    Por otra parte, en las oposiciones de lengua y literatura no basta con saber de todo un poco. Hay que saber vehicular y amplificar el conocimiento concreto, guiándolo adecuadamente a lo que se pide en los exámenes.

    La preparación orientada al éxito

    Prepararse para las oposiciones de lengua y literatura, como hemos dicho, no consiste en atesorar conocimientos y acumular conceptos. Lo verdaderamente importante es el enfoque y la orientación que le demos al programa formativo. Este punto de partida de economía del aprendizaje y efectividad del mismo es un aspecto fundamental a la hora de encarar una auténtica, efectiva y útil capacitación opositora.

    Incluso, en ocasiones, un exceso de información puede llegar a ser contraproducente, pues, a la postre, no se sabrá discernir el orden de prelación de los saberes y cómo estos se jerarquizan en una estructura de conocimientos sólida y adaptada a las pruebas específicas de acceso al cuerpo de profesores de lengua.

    Por eso, para que la orientación efectiva en la travesía opositora llegue a buen puerto, es necesario dejar parte del equipaje que se trae en forma de vicios acumulados y malas praxis. Consagrarse y entregarse a un método de preparación confiable y efectivo es la mejor manera de destacar por encima de los competidores y competidoras.

    Un nuevo espíritu de mejora: ilusión y confianza

    Abrazarse con ilusión, fuerza y ganas al nuevo sistema formativo procurará el impulso necesario para destacar de manera preminente. Todo nuevo reto requiere reconocer el punto de partida y de llegada. Para ser el mejor no basta con serlo, también hay que demostrarlo.

    La pérdida de ilusión y el desaliento suelen ser efectos perniciosos de haber preparado varias oposiciones sin éxito. Para evitar esta situación indeseable es necesario replantearse a tiempo el método de preparación que se ha seguido. Además, esta situación no puede pasar sin cuestionar su efectividad o idoneidad para el perfil específico. El mismo programa de preparación de oposiciones de lengua puede funcionar para unos opositores, mientras que, para otros puede resultar infructuoso. En cualquier caso, al comenzar a preparar con él, es primordial constatar con claridad su nivel de calidad y nivel. Cambiar el método o la forma de preparar las oposiciones de lengua y literatura a tiempo puede evitaros disgustos posteriores.

    Perfeccionarse en todas las dimensiones intelectuales y personales: ganar la plaza

    Hay un vínculo indisociable entre la capacidad de mejorar y ganar la plaza. Podemos afirmar que ambas realidades conforman una suerte de igualdad.  Para que esta se cumpla, es necesario que la primera se produzca en una amplia relación de aspectos y cualidades.

    Preparar oposiciones nos transforma en mejores personas y profesionales más capaces. Detrás de un aprobado hay una serie de cualidades asociadas al mérito y la excelencia. Planificación, disciplina, trabajo, estudio, inteligencia, asimilación, autosuperación, gestión de las emociones, resiliencia, etc. son algunas de ellas.  El objetivo de lograr la plaza es el culmen de un proceso de perfeccionamiento intelectual y personal.

    Una fórmula para la autosuperación y la automovación

    Conseguir los mejores puestos y calificaciones , llegando a lo más alto pasa por someterse a un proceso de transformación personal en todos los niveles. El detonante del mismo es el afán de autosuperación. En el ánimo por conseguirlo ha de embargaros el propósito de alcanzar cotas más altas y ambiciosas, autosuperándoos en el día a día, fijándoos metas más ambiciosas y abriéndoos, en definitiva, al cambio y a nuevas posibilidades de mejora.

    Para que esta superación se materialice es muy necesario ser consciente de las fortalezas internas, creérselas, cultivarlas, desarrollarlas y demostrarlas. Apreciar evidencias de progreso desde el primer momento permitirá automotivarse y seguir progresando. Conocer las fortalezas y debilidades es una forma de mirar hacia dentro fijándonos en nuestras genuinas capacidades y posibilidades.

    Mucho ánimo y fuerza en vuestra preparación.

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