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¿Por qué no debemos estudiar solo los temas que nos gustan?

    Con la entrada en vigor y aplicación del RD 270/2022, que regula el nuevo sistema selectivo de la vía 2 (tema+ unidad didáctica), la prueba de desarrollo del tema adquiere especial relevancia. En una u otra opción de concurrencia, vía 2 ó 3, estudiar y asimilar un determinado número de temas es una de las principales tareas.

    Encontrar un buen temario de oposiciones de Lengua y Literatura es la meta inicial de muchos opositores nuevos. La oferta de temarios de todo tipo y condición es ingente, descomunal. De lo acertado de la elección dependerá, en buena medida, la calificación de esta parte de las oposiciones.

    Nosotros apelamos con insistencia a la idea de que el programada de temas no debe concebirse como un compartimento estanco, pues se enriquece con las otras dimensiones de la preparación. El examen del tema es una parte o subparte de estas oposiciones. Debemos demostrar ser competentes en todas las partes del proceso. Son notas de la misma melodía. Debemos afinar muy bien nuestras capacidades para que se convierta en un producto equilibrado y armónico.

    La siguiente cuestión es la forma en la que hay que plantear el estudio de los temas de oposición. Algunos opositores se centran en elaborar y trabajar aquellos temas que más les gustan. Este planteamiento tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Nosotros no recomendamos la selección de temas basada únicamente en el factor discriminante de las preferencias. Coincidimos en que los temas que gustan se estudian con mayor agrado e interés, sin embargo, debemos equilibrar en la misma balanza el criterio subjetivo con el objetivo. Este último impulsará las ventajas derivadas de conectar la esfera del temario con la del práctico, la programación y la unidad didáctica. Es necesario saber explotar al máximo las ventajas que emergen de esta integración e interconexión.

    El tema que gusta se elabora con extraordinario entusiasmo

    Las personas nos guiamos por sentimientos, simpatías, impresiones favorables o desfavorables… un equipaje de subjetividades que conduce nuestra forma de pensar y de actuar. No vamos a negar que una de las ventajas de apostar por los temas que nos apasionan , y por los que sentimos singular interés, se presenta desde el mismo momento en el que iniciamos su trabajo y estudio. Posteriormente, en su desarrollo, el tribunal apreciará indicios claros de esa pasión y entusiasmo. El monográfico se escribirá solo y en él tomará forma la pasión que le profesamos.

    Hay opositores que llevan muchos años estudiando los mismos temas. Una actuación más que menos racional hubiera impulsado a cambiar de estrategia. Pero el centro de gravedad de la inercia y la resistencia a no abandonar una determinada «zona de confort» los conducen a seguir cometiendo el mismo error. El enfoque óptimo del tema, su estatuto científico, el basamento bibliográfico, el estilo de la redacción, la perspectiva con la que se aborda cada bloque… son algunos aspectos que le otorgarán singularidad y brillo propio.

    El factor sinergias

    Este criterio es el que a nosotros más nos convence. La estructura del temario de oposiciones posee una arquitectura muy parecida a la de los planes de estudio de las Licenciaturas o Grados. Se erige como una síntesis de las inmensas parcelas de conocimiento gramatical, lingüístico, discursivo, literario, etc. En algunos casos, estos temas se interrelacionan y se dan la mano dentro de esa misma disciplina. Es entonces cuando debemos activar nuestras habilidades lógicas que nos permitirán conectar entre sí los contenidos. Identificamos un sistema de conexiones y sinergias entre las partes del proceso selectivo. Por eso nosotros dividimos y estructuramos el temario en bloques funcionales, tarea que consideramos prioritaria a la hora de conectar unos temas con otros e integrarlos en la masa de contenidos de la que dimanan.

    Los temas más difíciles suelen obtener una excelente calificación

    Hay opositores que no quieren vérselas con determinados temas. Por ejemplo, los temas de Gramática, de Teoría literaria, tipologías textuales, el tema de Fonética o el de Semántica son algunos de los monográficos poco atractivos para algunos aspirantes. Aducen que son temas muy difíciles de entender y asimilar. En mi caso, estos temas forman parte de mi nómina preferida de monográficos que más me gustan y apasionan. Pero, ¿por qué un tema difícil es el que con frecuencia obtiene una buena calificación? Pues, al igual que insistimos en la necesidad de esforzarse en elaborar la programación y las unidades didácticas adaptadas a los nuevos currículos LOMLOE de Educación Secundaria y Bachillerato, lo mismo predicamos de las ventajas de elegir un tema complejo: este tema lo escogerán menos opositores y, consecuentemente, el tribunal dispondrá de menos elementos para comparar. Eso por un lado y, por otro, exponer un tema complejo, del que huye la mayoría, es uno de los elementos innovadores y diferenciadores más reconocidos por los tribunales.

    Esto no significa que un tema con un buen basamento y un excelente enfoque, a pesar de que haya sido escogido por muchos opositores, no sea bien valorado. Lo que decimos, es que, es bastante probable que los miembros del tribunal hayan leído y calificado el mismo monográfico un elevado número de veces. En tal caso este debe brillar de manera singular sobre el resto, si pretende despuntar en la calificación.

    La relación del tema con el práctico y la unidad didáctica

    Desarrollar y profundizar en el estudio de los temas del bloque de Gramática nos lleva a la adquisición de destrezas y habilidades en el comentario lingüístico. Los de Literatura harán lo propio con el lingüístico-literario, etc. Los temas de oposición encuentran sus correlatos en las unidades didácticas a diferente nivel de profundidad. Hay una relación inyectiva que hay que saber explotar en la asociación de los contenidos de la programación y la unidad didáctica.

    Por esta razón, al elegir un número de temas aleatoriamente, en función de gustos o preferencias, corremos el riesgo de dejar huérfano el objeto de conocimiento de áreas tan importantes como las que hemos citado más arriba.

    Conectar el tema con la realidad educativa del aula

    La mayor parte de los criterios de valoración del tema de diferentes comunidades autónomas lo dejan bien claro. Estos criterios fecundan la idea de que los contenidos del tema deben mostrar un conocimiento innovador, sobre todo en su dimensión didáctica y su aplicación a la realidad del aula. Estuvimos viéndolo en el caso de la Comunidad valenciana: el tema ha de interrelacionarse con los contenidos curriculares.

    Un temario de oposiciones novedoso, renovado y actualizado

    El cambio de normas nos lleva a la actualización y adaptación de la aplicación, encuadre y justificación didáctica de los temas. Un tema bien contextualizado y justificado dentro del currículo educativo cubrirá el anterior criterio de calificación.

    La puesta en vigor de la LOMLOE ha provocado que cambien los nexos de unión entre el tema su encuadre y justificación legal. Los nuevos reales decretos 217/2022 y 243/2022 son los que rigen la aplicación didáctica de los contenidos del temario en los cursos de primero y tercero de Educación Secundaria y primero de Bachillerato . Para atender satisfactoriamente a este requisito, nosotros entregamos un temario actualizado y adaptado a la nueva legislación educativa en los apartados de la conclusión, la aplicación didáctica y la bibliografía.

    Eliminar lo accesorio y centrarse en desarrollar lo fundamental

    Una cuestión con gran relieve es que hay que escribir mucho, pero sobre todo bien, dando en la diana. Escribir por escribir es una aberración. Sucede que algunos opositores salen contentos de esta prueba, pero días después, lamentablemente, se encuentran con una mala calificación. Insistimos: no vale cualquier temario.

    En relación con lo anterior, puede resultar anecdótico que algún opositor nos pidiera que le corrigiéramos algunos simulacros de los temas que ya traían de otros preparadores o academias. En algunos casos detectamos una nociva carga de accesoriedad en los contenidos y un enfoque ostensiblemente desacertado.

    Lo vacuo o accesorio no tienen cabida en el tema; debemos desterrarlos de manera tajante. Hay que responder a lo que se nos pide, aplicando la óptica adecuada. Para encarar la exposición escrita del tema es necesario saber condensar, exprimir y sintetizar al máximo los contenidos fundamentales; representa la esencia, le degré zéro , el germen predicativo de una formidable masa de conocimientos de áreas científicas por las que han corrido ríos de tinta. El rango científico del tema está correlacionado con su capacidad para tratar al máximo nivel y con la debida profundidad dicha área.

    Todos los números están en el bombo. La suerte es un factor exógeno

    A nuestro modo de ver, la calificación de esta parte depende de dos factores controlables:

    a) El trabajo personal de memorización y asimilación de los temas.

    b) Las garantías y la calidad del temario que estás estudiando.

    Atribuimos a la suerte los atributos de lo exógeno y lo incontrolable, pues es una variable externa al proceso y, a priori, igual para todos. Confiar única y exclusivamente en la suerte es algo propio de opositores que no van bien preparados y se presentan a ver “si suena la flauta”.

    Otro de los aspectos a tener en cuenta es que , para aspirar a la mejor nota, debes confiar en ti mismo/-a, primero, y en el temario por el que has apostado, después. Ambos propulsan el tándem ganador. Concebid el temario como un venero de conocimientos y su estudio como un agradable paseo a través de las áreas más apasionantes de la Gramática, la Lingüística, la ciencia del discurso, el estudio de los géneros, la Crítica literaria, la Literatura…

    Y un consejo final para los opositores más veteranos: huid del temario que os está haciendo sufrir un verdadero calvario de suspensos convocatoria tras convocatoria; sustituidlo por otro que, por lo menos, haya demostrado que no uno ni dos sino bastantes más opositores obtuvieron con él excelentes calificaciones. Quizá no sea la fórmula mágica para forma de doblegar la curva de fracasos, pero ya es un buen comienzo.

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