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¿Cómo contribuimos al logro de las competencias clave

desde la asignatura de Lengua castellana y Literatura?

Dedicamos este artículo a analizar la forma en la que contribuimos mediante nuestra asignatura al logro de las competencias clave del Perfil de Salida de las competencias clave.

Nuestra materia de Lengua Castellana y Literatura juega un papel fundamental en el logro de las competencias clave según lo establecido en el currículo de la Educación Secundaria Obligatoria, desarrollado legislativamente en el Real Decreto 217/2022 de Enseñanzas mínimas. Esta norma, en  su marco legislativo, destaca la importancia del desarrollo de competencias clave en los estudiantes a lo largo de su formación escolar. A continuación, presentamos un análisis de cómo mediante la enseñanza de la Lengua Castellana y Literatura contribuimos a la consecución de estas competencias, de acuerdo con la norma referenciada.

  Dimensiones de la materia de Lengua castellana y Literatura   Competencias específicasDescriptores Operativos Perfil de Salida  Competencias clave
Competencia oral : escuchar y hablar  
          
La competencia en comunicación lingüística es, sin duda, la más directa en la materia de Lengua Castellana y Literatura. Según el RD 217/2022 la capacidad de expresarse adecuadamente en diversas situaciones comunicativas es esencial para la vida social y académica.      Siguiendo a José Manuel Pérez Tornero (“Las escuelas y la enseñanza en la sociedad de la información” , en Pérez Tornero, J.M (Comp.). (2000): Comunicación y educación en la sociedad de la información. Nuevos lenguajes y conciencia crítica, Barcelona, Paidós) el desarrollo de la oralidad permite a los estudiantes adquirir y utilizar estrategias que les permitan participar en debates, exposiciones orales y situaciones cotidianas de comunicación (CCL, CPSAA,CC).     

Cassany (2019) señala que el trabajo de la expresión oral es crucial para dominar los registros y géneros discursivos que se emplean en situaciones formales e informales, permitiendo una comunicación efectiva y comprensiva (CCL, CPSAA,CC).      El enfoque en la oralidad, además, no solo mejora la capacidad para hablar, sino que también fomenta habilidades de escucha activa, tan importantes para la comunicación efectiva. Tal como afirma Francisco José Cantero (“Conceptos clave en lengua oral”, en Mendoza Fillola, A. (Coord.). (1998): Conceptos clave en didáctica de la lengua y la literatura, Col. Seminarios, nº 30, Barcelona, Ed. Horsori) escuchar no es un proceso pasivo, sino que implica una construcción activa del significado». Esta idea pone de relieve cómo la oralidad no solo fomenta la habilidad para expresarse, sino también para comprender a otros (CCL, CPSAA,CC, CCEC).    

La LOMLOE incluye la competencia digital como una habilidad esencial para desenvolverse en un entorno digitalizado. En relación con el trabajo de la oralidad, se pueden integrar las nuevas tecnologías para fomentar el uso de herramientas multimedia que permitan la producción y difusión de contenidos orales (García-Roca, 2020). Plataformas como podcasts, videoconferencias o presentaciones multimedia no solo motivan a los estudiantes, sino que les permiten «adaptarse a nuevas formas de comunicación oral en contextos digitales» (Rodríguez González, 2019). La combinación del aprendizaje digital con la oralidad prepara a los alumnos para enfrentarse a la comprensión pragmática de situaciones comunicativas del mundo moderno.      Según la Comisión de las Comunidades Europeas (2007): Un planteamiento europeo de la alfabetización mediática en el entorno digital Recuperado de: http://eur-lex.europa.eu/legalcontent/ES/TXT/?uri=URISERV:l24112 , a través de la oralidad y su función en el campo de las nuevas tecnologías, los estudiantes interactúan, colaboran, se comunican y publican con sus compañeros, con expertos o con otras personas, empleando una variedad de entornos y de medios digitales. Además, comunican efectivamente información e ideas a múltiples audiencias, usando una variedad de medios y de formatos. Mediante un diálogo intercultural, desarrollan una comprensión cultural y una conciencia global mediante la vinculación con estudiantes de otras culturas. Finalmente, participan en equipos que desarrollan proyectos para producir trabajos originales o resolver problemas (CD).      
La competencia social y ciudadana está directamente relacionada con el desarrollo de la oralidad, ya que la participación activa en discusiones orales y debates fomenta el pensamiento crítico, el respeto por la diversidad de opiniones y el desarrollo de habilidades sociales. Para Montserrat Martí Santasusana y Josep María Castellá (2015): 10 Ideas Clave. Enseñar la competencia oral en clase Aprender a hablar en público, Barcelona, Graó) la conversación es el motor del pensamiento crítico y permite a los estudiantes reflexionar y dialogar con otros, desarrollando su capacidad de análisis y empatía (CPSAA, CC).      

El trabajo en debates y exposiciones permite que los estudiantes ejerciten su capacidad de dialogar desde el respeto, negociar significados y construir consensos, lo que es fundamental para el trabajo colaborativo y la participación en la vida cívica. El discurso oral, en contextos de aprendizaje cooperativo, ofrece una oportunidad única para que los alumnos desarrollen habilidades de convivencia y resolución de conflicto (CPSAA, CC).     

El desarrollo de la competencia en aprender a aprender se ve fortalecido mediante el trabajo de la oralidad, ya que el proceso de verbalización del conocimiento permite a los estudiantes organizar y estructurar sus ideas de manera más clara. El hecho de tener que expresar sus pensamientos en voz alta, ya sea en una exposición, un diálogo o una discusión, requiere un esfuerzo cognitivo que implica la reflexión sobre el propio proceso de aprendizaje (CPSAA).    

Asimismo, la retroalimentación oral entre pares en el aula es una de las formas más eficaces de consolidar el aprendizaje, ya que fomenta la autoevaluación y permite a los estudiantes identificar fortalezas y debilidades en su propio discurso. Por tanto, el trabajo de la oralidad no solo contribuye al aprendizaje de contenidos, sino también al desarrollo de estrategias metacognitivas (CPSAA).    

La oralidad, en su dimensión cultural, también juega un papel importante en la conciencia y expresiones culturales, ya que fomenta la apreciación de la tradición oral, el valor de los discursos literarios y el entendimiento de los diferentes géneros orales en la cultura. En este sentido, trabajar con géneros orales tradicionales, como las fábulas, los cuentos populares o la poesía oral, acerca a los estudiantes a su patrimonio cultural y a la diversidad de expresiones orales presentes en la sociedad (CCEC).   

Finalmente, para Montserrat Martí Santasusana (op.cit) la oralidad también contribuye a la competencia emprendedora, pues prepara a los estudiantes para ser proactivos en la exposición de ideas, la argumentación de propuestas y la defensa de proyectos. El trabajo colaborativo, la toma de decisiones en grupo y la exposición de ideas innovadoras son parte integral de las actividades orales, que impulsan el desarrollo de la iniciativa personal. Destaca la capacidad para persuadir y movilizar a otros a través del discurso oral es una de las habilidades clave en el emprendimiento, por lo que las actividades que promueven la expresión oral asertiva también fomentan la capacidad emprendedora en los alumnos (CE).
        2                        3    CCL2 CP2 STEM1 CD2  CD3 CPSAA4 CC3                   CCL1 CCL3 CCL5 CP2 STEM1 CD2 CD3 CC2   CE1                    CCL CP STEM CD CPSAA CC
Competencias en lectura y escritura          

La lectura y la escritura son competencias esenciales para el desarrollo integral del alumnado y están directamente vinculadas al logro de las competencias clave establecidas en el Real Decreto 217/2022, que regula las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en España. Estas dos áreas fundamentales contribuyen a múltiples competencias clave, facilitando el aprendizaje en todas las materias y promoviendo el desarrollo personal y social del alumnado. La LOMLOE, en su preámbulo, apunta la necesidad de dedicar un tiempo diario a la lectura  y de trabajar esta dimensión desde todas las áreas.     

Las competencias en lectura y escritura son pilares esenciales de la competencia en comunicación lingüística, puesto que permiten a los estudiantes expresarse y comprender mensajes con claridad. Según Daniel Cassany (2006): Tras las líneas: Sobre la lectura contemporánea, Barcelona,  Anagrama,  a través de la lectura los estudiantes no solo acceden a la información, sino que también desarrollan la capacidad crítica y reflexiva necesaria para interpretar y valorar diferentes tipos de textos. Al escribir, fortalecen su capacidad de organizar ideas y estructurar argumentos, lo que fomenta el pensamiento analítico (CCL, STEM, CD).     

Según Fernando Cuetos Vega (Psicología de la escritura, Madrid, Wolters Kluwer educación, 2009)la escritura creativa es una actividad sumamente compleja compuesta de muchas subtareas diferentes y en la que intervienen multitud de procesos cognitivos de todo tipo. Una simple carta a un amigo o un sencillo e-mail nos exige decidir qué le vamos a contar, en qué orden expondremos las informaciones, cómo lo vamos a contar (directamente, de forma irónica, por medio de metáforas, etc.), qué oraciones vamos a emplear, qué palabras utilizaremos, además de tener que prestar atención a las reglas ortográficas y a la colocación de los signos de puntuación, así como a los movimientos musculares para conseguir escribir las letras con los rasgos correspondientes y con las adecuadas proporciones o pulsar las teclas del ordenador en el orden correspondiente. Es sorprendente que los estudiantes dispongan de recursos cognitivos suficientes para atender a tantas demandas al mismo tiempo. Por eso muchos investigadores, cuando descubren la complejidad de la escritura, manifiestan su sorpresa ante el hecho de que los niños no tengan realmente más dificultades para aprender a escribir (CCL, STEM, CD, CPSAA).     

La lectura y la escritura en formatos analógicos, hipertextos, textos multimodales y digitales son herramientas clave para el desarrollo de la competencia digital. El uso de entornos en línea para la búsqueda de información, la redacción de textos y la participación en plataformas colaborativas permite a los estudiantes acceder a un mundo globalizado de conocimiento y comunicación. El aprendizaje digital fomenta la alfabetización multimodal, esencial para el manejo de diversas plataformas y lenguajes.  Para Cuetos (op.cit) con las nuevas tecnologías está proliferando un tipo de escritura (e-mails, chats, foros, etc.) que está más próxima, en cuanto a la forma, uso del contexto, etc., al lenguaje hablado que al escrito. (CCL, STEM, CD).    

La lectoescritura contribuye al desarrollo de la competencia de aprender a aprender, ya que potencian el autoconocimiento y la capacidad de reflexionar sobre el propio proceso de aprendizaje.  Para Mª del Mar Mateos Sanz y Mª del Puy Pérez Echevarría («El cambio de las concepciones de los alumnos sobre el aprendizaje», en Pozo J.I.., y otros (eds.): Nuevas formas de pensar la enseñanza y el aprendizaje: las concepciones de profesores y alumnos. Barcelona. Graó, pp. 403-418 ) leer sobre diversas temáticas y escribir ensayos o diarios reflexivos son prácticas que mejoran la autonomía del alumnado y su capacidad para gestionar su aprendizaje de manera crítica y responsable (CPSAA).     

Leer textos literarios, históricos y literarios permite a los estudiantes comprender mejor el mundo en el que viven y los distintos sistemas sociales y políticos. La escritura, por su parte, les ayuda a articular sus ideas sobre la convivencia democrática y la justicia social. Como señala Teresa Colomer ( La enseñanza de la literatura como construcción del sentido crítico, Madrid,  Ed. Morata, 2005) el trabajo con textos históricos y literarios en clase facilita la reflexión ética y el desarrollo de valores ciudadanos (CCEC).  
   
Competencia gramatical       

La enseñanza de la gramática y el léxico en la asignatura de Lengua Castellana y Literatura contribuye significativamente al logro de las competencias clave. Estas dos áreas son esenciales para el desarrollo de las competencias lingüísticas, digitales, y sociales, entre otras, y su dominio ayuda a los estudiantes a enfrentarse con éxito a los desafíos académicos y personales.     

La gramática es el sistema estructural que permite la organización del lenguaje, y su dominio es fundamental para desarrollar la Competencia en comunicación lingüística (CCL), tal como establece el Real Decreto 217/2022.     Según Mª Sonsoles Fernández López ( Didáctica de la gramática. Aportaciones de las teorías lingüísticas. Descubrimiento del sistema de la lengua. Madrid, Narcea, 1982) la gramática no solo enseña reglas, sino que también habilita el pensamiento lógico y el análisis de estructuras complejas, lo que permite una mayor comprensión del uso del lenguaje en distintos contextos. Esto contribuye al desarrollo de otras competencias clave del currículo.    

Para Ana Camps (“La especificidad del área de la Didáctica de la lengua, en Mendoza Fillola, A. (Coord.). (1998): Conceptos clave en didáctica de la lengua y la literatura, Col. Seminarios, nº 30, Barcelona, Ed. Horsori ) el aprendizaje de la gramática potencia la metacognición, permitiendo al estudiante reflexionar sobre su propio uso del lenguaje, identificar errores y aplicar estrategias correctivas . Aprender a analizar y corregir la propia producción escrita es un paso fundamental hacia la autonomía en el aprendizaje (CCL, CPSAA).         

La gramática también juega un papel clave en el entorno digital, donde el dominio del lenguaje formal y técnico es esencial para interactuar eficazmente.  Para  José Manuel Pérez Tornero y Tapio Varis ( Alfabetización mediática y nuevo humanismo. Barcelona: UOC/UNESCO, 2012) la precisión gramatical es crucial para la creación de contenidos escritos en medios digitales, ya sea en la elaboración de correos electrónicos formales o en la participación en foros académicos y profesionales (STEM).        

El estudio y práctica de la gramática contribuye al desarrollo del pensamiento crítico y la argumentación, aspectos clave en la participación ciudadana y democrática. Aplicamos una metodología basada en el enfoque comunicativo en el aprendizaje de la gramática. El uso adecuado del lenguaje permite a los estudiantes expresarse de manera clara y precisa en debates y discusiones, facilitando el diálogo respetuoso y la resolución de conflictos (CCL, CPSAA).   
    9    CCL1 CCL2 CP2 STEM1 STEM2 CPSAA5    CCL CP STEM CPSAA
Competencia léxico-semántica          

Según  Daniel Cassany ( Tras las líneas: Sobre la lectura contemporánea, Barcelona, Anagrama, 2006)  el léxico no solo permite la transmisión de información, sino que es una herramienta clave para el pensamiento y la creación de significados (CCL, CP).     

El léxico, especialmente cuando se trabaja en relación con textos literarios y no literarios, facilita el acceso a la cultura y la comprensión de las diversas manifestaciones artísticas. El estudio de las palabras, sus significados y usos en distintos contextos, permite al alumnado acceder a una visión más rica y diversa de su entorno cultural, La lectura y análisis de obras literarias expone a los estudiantes a nuevas palabras y expresiones, lo que enriquece su capacidad para interpretar y crear textos (CCL, CPSAA).     

El desarrollo del léxico está directamente relacionado con la capacidad de los estudiantes para interactuar en distintos entornos sociales. Al ampliar su vocabulario, los alumnos y alumnas son capaces de expresarse con mayor precisión y de entender mejor a los demás, lo que favorece la empatía y la construcción de relaciones saludables. Además, el léxico les proporciona las herramientas necesarias para reflexionar sobre sus propias emociones y experiencias (CP, CPSAA).    

Para Mª Jesús García San Martín (“¿Qué competencias contribuyen a un mayor éxito escolar en un entorno cada vez más globalizado?”, en Mario Fernández- Enguita (Coord.). (2023): Competencia digital docente para la transformación educativa, Madrid, OEI) en el mundo digital, el léxico adquiere una importancia especial debido a la necesidad de interactuar en plataformas que utilizan lenguajes técnicos específicos. El dominio del léxico técnico permite a los estudiantes comprender y manejar aplicaciones y programas, así como participar en entornos colaborativos en línea de manera efectiva (CPSAA).
  9  CCL1 CCL2 CP2 STEM1 CPSAA5  CCL CP STEM CPSAA
Competencia literaria        

El estudio de la literatura es una herramienta clave para contribuir al desarrollo de las competencias clave. A continuación, analizaremos cómo con el estudio de la literatura y las competencias específicas asociadas a nuestra asignatura contribuiremos al desarrollo de cada una de estas competencias.     

Con el estudio de la literatura, como forma de expresión artística, contribuiremos al desarrollo de la capacidad de comprensión, interpretación y análisis de textos complejos. Según Cassany (Tras las líneas: Sobre la lectura contemporánea, Barcelona, Anagrama, 2006) la literatura no solo permite conocer el idioma en su riqueza y complejidad, sino que también enseña a los estudiantes a analizar y reflexionar sobre la forma y el contenido del mensaje (CCL, CCEC,STEM).    

La competencia en comunicación lingüística incluye la capacidad para leer, interpretar y producir textos orales y escritos en distintos contextos. Siguiendo a Ana Camps (“La especificidad del área de la Didáctica de la lengua, en Mendoza Fillola, A. (Coord.). (1998): Conceptos clave en didáctica de la lengua y la literatura, Col. Seminarios, nº 30, Barcelona, Ed. Horsori ) el estudio de la literatura cumple esta función al exponer a los estudiantes a una amplia variedad de géneros textuales, desde la narrativa hasta la poesía y el teatro, lo que fomenta el desarrollo de la capacidad de comunicación en diferentes registros y estilos (CCL, CCEC).      

Los estudiantes que leen y analizan obras literarias desarrollan la habilidad de comprender no solo el significado literal de los textos, sino también las implicaciones profundas, los matices y las figuras retóricas que enriquecen el lenguaje. Como señala Carlos Lomas (Cómo enseñar a hacer cosas con palabras (I): teoría y práctica de la educación lingüística , Barcelona, Graó, 1999) la literatura proporciona un terreno ideal para trabajar la interpretación de significados implícitos y explícitos en los textos, lo que ayuda a los estudiantes a mejorar su competencia comunicativa tanto oral como escrita (CCL, CCEC).      

Aunque tradicionalmente la literatura ha sido considerada un ámbito alejado del mundo digital, la realidad educativa contemporánea exige la integración de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el estudio de las obras literarias. El estudio de la literatura a través de medios digitales permite a los estudiantes acceder a una mayor diversidad de fuentes. En este sentido, la lectura y análisis de textos en formato digital, el uso de plataformas de aprendizaje online, la lectura de artículos digitales y reseñas,  y la participación en redes y foros de discusión literaria en la web contribuyen al desarrollo de esta competencia. Como afirma Daniel Cassany (En_línea. Leer y escribir en la red, Barcelona, Anagrama, 2012) la alfabetización digital implica no solo el acceso a la información, sino también la capacidad crítica para discernir la calidad de las fuentes y el manejo adecuado de las herramientas tecnológicas en contextos académicos (CD).      

El análisis literario con herramientas digitales, como bases de datos de textos literarios y fragmentos textuales (CORDE o CREA) o blogs de literatura fomenta en los estudiantes habilidades avanzadas de investigación y uso de recursos digitales, práctica que contribuye al desarrollo de su competencia digital. Este aspecto es particularmente relevante en un mundo en el que el acceso a la información está mediado cada vez más por herramientas tecnológicas (Cassany, 2012). (CCL, CD, CCEC).      

El estudio de la literatura también contribuye de manera significativa al desarrollo de la competencia personal, social y de aprender a aprender (CPSAA). Esta competencia, como describe en el Real Decreto 217/2022 (Decreto XXXX comunitario), está relacionada con la capacidad del alumnado para gestionar su aprendizaje, trabajar en equipo y desarrollar habilidades de autoconocimiento y regulación emocional (CPSAA).      

La lectura y el análisis de textos literarios permiten a los estudiantes enfrentarse a problemas existenciales y dilemas éticos que los personajes de las obras deben resolver. La literatura permite a los lectores desarrollar una mayor empatía y comprensión del comportamiento humano, al exponer a una amplia gama de experiencias y emociones a través de los personajes literarios. Esto es fundamental para que los estudiantes aprendan a gestionar sus propias emociones y a comprender mejor las de los demás, impulsando así la competencia personal y social (CPSAA).      

Además, como señalan Ana Camps y Teresa Colomer (Enseñar a leer, enseñar a aprender , Madrid, Celeste ediciones, 1996), la literatura ofrece oportunidades para el trabajo colaborativo en el aula, puesto que los estudiantes pueden compartir sus interpretaciones y discutir diversos puntos de vista sobre los textos leídos. Esta interacción no solo enriquece su comprensión de las obras, sino que también les enseña a trabajar de manera colaborativa, respetando las opiniones de los demás y desarrollando habilidades para el aprendizaje compartido (CCL, CPSAA, CCEC).       

En cuanto a la capacidad de aprender a aprender, Isabel Solé Estrategias de lectura, Barcelona, Ed. Graó, 1992), señala que la lectura literaria exige que los estudiantes adquieran hábitos de estudio, como la planificación del tiempo, la organización de ideas y la autorregulación en el proceso de lectura y análisis. La literatura, por tanto, fomenta la reflexión crítica y el aprendizaje autónomo, dos aspectos fundamentales de esta competencia (CPSAA).      

La competencia ciudadana (CC), tal como la describe el Real Decreto 217/2022, está relacionada con la capacidad del alumnado para comprender las estructuras sociales y políticas, participar activamente en la vida democrática y tomar decisiones informadas y responsables. El estudio de la literatura es un medio ideal para trabajar esta competencia, ya que las obras literarias suelen abordar temas relacionados con la justicia, la libertad, la democracia y la convivencia. Por ejemplo, la lectura de novelas y ensayos que abordan problemas sociales o políticos de diferentes épocas y culturas permite a los estudiantes desarrollar una visión más amplia del mundo y de los problemas que enfrenta la humanidad. Esto, a su vez, fomenta en ellos un sentido de responsabilidad social y de participación activa en la vida cívica, elementos clave para la competencia ciudadana.     

La competencia en conciencia y expresiones culturales (CECC) es una de las competencias más directamente vinculadas al estudio de la literatura, puesto que esta disciplina se considera una de las principales manifestaciones culturales de la humanidad. Según el Real Decreto 217/2022 (Decreto XXXX), esta competencia implica la capacidad de los estudiantes para comprender y valorar las diferentes formas de expresión cultural y artística, tanto en su propio entorno como en otras culturas.

La lectura de obras literarias clásicas y contemporáneas permite a los estudiantes comprender mejor el patrimonio cultural de su propia sociedad, así como el de otras culturas. La literatura expone a los estudiantes a una amplia gama de formas de expresión artística, desde la poesía hasta el teatro y la narrativa, lo que les permite apreciar la riqueza y la diversidad de las manifestaciones culturales. Como señala Antonio Mendoza Fillola (Literatura comparada e intertextualidad. Una propuesta para la innovación curricular de la literatura, Madrid, Ed. La Muralla, Col. Aula abierta, 1994) la literatura es un reflejo de la sociedad y una ventana a las culturas y épocas pasadas, permitiendo a los lectores una comprensión más profunda de las diferentes tradiciones y valores. Asimismo, el estudio de la literatura fomenta la creatividad en los estudiantes, ya que les permite experimentar con la producción de textos propios y les enseña a utilizar el lenguaje de manera artística para expresar sus ideas y emociones. La capacidad de crear y apreciar obras literarias es una parte fundamental de la competencia en conciencia y expresiones culturales (CCEC).