Saltar al contenido

¿Contextualizamos? 29-2-2020

    Getting your Trinity Audio player ready...

    Aquí os dejo este soneto. Ya la forma ha de dirigirnos al periodo. Otros motivos que también están presentes ayudarían en esta ardua tarea del estudio literario dentro de la parte práctica de la oposición de lengua.

    Obsérvese la prominencia formal del demostrativo y los diferentes referentes extralingüísticos en relación con el fondo estético y temático de época.

     Estos los sauces son y esta la fuente,
    los montes éstos, y esta la ribera
    donde vi de mi sol la vez primera
    los bellos ojos, la serena frente.


    este es el río humilde y la corriente,
    y ésta la cuarta y verde primavera
    que esmalta el campo alegre y reverbera
    en el dorado Toro el sol ardiente.


    Árboles, ya mudó su fe constante,
    mas, ¡oh gran desvarío!, que este llano,
    entonces monte, le dejé sin duda.


    Luego no será justo que me espante,
    que mude parecer el pecho humano,
    pasando el tiempo que los montes muda.

    La descripción paisajística y el poder de la lengua literaria

    La descripción del paisaje nos orienta hacia el simbolismo propio del periodo humanista. La pervivencia del motivo de la naturaleza (recuérdese la evolución desde el concepto de huerto medieval, al jardín), la proyección del estado anímico, la importancia de la mirada. Toda la base neoplatónica sustenta el fuerte impulso sentimental del lugar cercano («estos»). Isotopías de las lágrimas: sauces y fuente. También aparecen elementos del amor cortés: sol (reiterado en dos ocasiones). Esta composición pertenece a las Rimas humanas y divinas de Lope de Vega al que ya tratamos en otras entradas.

    Motivos románticos: el simbolismo paisajístico

    Apreciemos algunos elementos en la composición que apuntan a realidades transcendentes, que han sido objeto de estudio y análisis por parte de los periodos literarios anteriores. Así, el tratamiento de la naturaleza, suave y confidente con las sensaciones y emociones del yo lírico, la recreación simbólica del sentimiento proyectado sobre esa naturaleza, «locus amoenus» apacible y simpático, el río (recordemos el Tajo y su recreación pictórica con el famoso epíteto garcilasiano), la «verdura», etc.

    La eterna proyección del sentimiento amoroso: ¿desesperación o calma?

    He aquí, que, de cara al mejor entrenamiento del comentario literario, habréis de entresacar e identificar, justificadamente, las constantes expresivas en la composición. Hay alusiones inconfundibles que nos llevan por la interpretación de la desesperación: «mudanza» y «desvarío». Se trata de dos términos que adquieren relevancia y sentido en un estado emocional caracterizado por la inestabilidad y el equilibrio. ¿Podéis comparar la proyección del sentimiento aquí expresado con la vivencia íntima de Garcilaso tras la muerte de Elisa?

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.