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¿Contextualizamos?

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    Aquí os dejo un nuevo texto para preparar nuestro ejercicio cotidiano de contextualización. Atendamos, en esta ocasión, a las alusiones inequívocas que definen el marco histórico-literario. De cara a la identificación del periodo y la obra, es fundamental que manejemos la técnica de deducción lógica que hará posible fundamentar nuestra hipótesis de datación.

     Mesuró toda África cómo yaz’assentada,
    por quál parte serié más rafez la entrada:
    luego vío por Siria aver mejor passada,
    ca avié grant sallida e larguera entrada.
    
     Luengo serié de todo quanto vío contar: 
    non podrié a lo medio el día avondar;
    mas en una hora sopo mientes parar
    lo que todos abades non lo sabrién asmar.
    
     Solémoslo leer, diz’lo la escriptura, 
    que es llamado mundo el omne por figura.
    Qui comedir quisier’ e asmar la fechura
    entendrá que es bien razón sin depresura:
    
     Asïa es el cuerpo, segunt mio esçïent’; 
     Sol e Luna, los ojos, que naçen de Orient’;
    los braços son la cruz del Rëy Omnipotent’,
    que fue muerto en Asia por salut de la gent’.
    
     La pierna que deçende del siniestro costado 
    es el regno de África, por ella figurado.
     Toda la mandan moros, un pueblo renegado,
    que oran a Mafómat, un traedor provado.
    
     Es por la pierna diestra Ëuropa notada; 
    esta es más católica, de la fe más poblada;
    esta es de la diestra del Obispo santiguada:
    tienen Petrus e Paulus en ella su posada.
    
     La carne es la tierra, espessa e pesada; 
    el mar es el pellejo que la tiene çercada;
    las venas son los ríos que la tienen temprada:
    fazen diestro e siniestro mucha tornaviscada.

    La relevancia en la Edad Media del «Libro de Alexandre»: algunos datos filológicos

    Como bien habéis comentado, Álvaro y Pedro, el fragmento pertenece a una de las obras más importantes de la Edad Media. Se trata del Libro de Alexandre (compuesto entre 1200-1225). El compañero Álvaro ha extraído alguno de sus rasgos filológicos , tales como el predominio de la forma -ié- para los imperfectos (forma que se va perdiendo a medida que avanzamos en la E. Media); la ausencia de epénteis de -mbr- en “omne”, con un recorrido delimitado cronológicamente, pues se trata de un rasgo muy frecuente en textos anteriores al siglo XIV (aunque después podamos encontrar restos en el Arcipreste y D. Juan Manuel). Menéndez Pidal señala su frecuencia en Berceo ( aun después nos finca una gesta cabdal, de que farié el omne un libro general (Berceo, S. Dom, 487) o ca omne que non vede, yaz en grant angostura (Berceo, S. Dom. 573). La apócope, sin duda, es otro de los fenómenos más notorios y determinantes a la hora de datar dicho texto.

    La presencia de la apócope

    El compañero Pedro, abunda en la idea de la apócope y repara en un aspecto que a mí también me parece fundamental. Tal y como comentamos en la clase del sábado, el conjunto de referencias, la toponimia sobre todo (África, Siria, Orient…) , nos informan de que el texto subtiende una temática que se aleja de la la tradicional de la «Clerecía del mester». Vidas de Santos, trayectorias vitales ejemplares y ejemplarizantes, devoción mariana, etc. configuran el universo religioso de la clerecía más canónica. Aquí encontramos un sistema de fuentes literarias que se aleja de todo eso. La fantasía, la ficción y la leyenda se dan la mano en el retrato del personaje. En dicha obra apreciamos la huella de otras obras sobre Alejandro Magno o sobre la Antigüedad: el Roman d’Alexandre, la Historia de Preliis o la Ilias latina.

    El fondo temático y tópico

    Por otra parte, el utilizar leyendas de historia antigua (distorsionada y transformada a través del crisol del tiempo) , como fuente historiográfica fiable, será uno de las técnicas en las que volverá a confiar Alfonso el Sabio.

    Tras el exordio en el que el autor justifica su «mester», con la alusión al mester de clerecía («Mester trayo fermoso non es de iuglaría…»), aparece la narración de la juventud de Alejandro Magno, formado en el ideal de las armas y las letras, del caballero y el clérigo. Notemos el antecedente remoto del cortesano, tan importante siglos después.

    El infante Alexandre, luego en su niñez, 
    empeçó a mostrar que serié de grant prez:
    nunca quiso mamar leche de mugier rafez,
    si non fue de linaje o de grant gentilez.
    
    Grandes signos contieron quando est’infant’ naçió: 
    el aire fue camiado, el Sol escureçió,
    todo’l mar fue irado, la tierra tremeçió.
    ¡Por poco que el mundo todo non pereçió!
    
     Otros signos contieron que son más generales: 
    cayeron de las nuves unas piedras puñales;
    aún contieron otros mayores o atales:
    lidïaron un día dos águilas cabdales;
    
    en tierras de Egipto –en letras fue trobado–, 
    fabló un corderuelo que era el dia nado
    parió una gallina un culebro irado.
    ¡Era por Alexandre tod’esto demostrado!

    2 comentarios en «¿Contextualizamos?»

    1. Para contextualizar el texto, cabe tener en cuenta una serie de cuestiones. En lo que concierne a la métrica, el autor utiliza la cuaderna vía, estrofa de carácter culto que se opone al anisosilabismo propio de las composiciones de juglaría y que goza de auge en la literatura de los siglos XIII y XIV. Es, por tanto, una composición de clerecía (recordemos aquello de «fablar curso rimado por la cuaderna vía a síllavas cuntadas, ca es grant maestría», como se recoge en el Libro de Alexandre), como también se desprende del estilo elevado del lenguaje (alejado del público iletrado), con apego a la lengua latina, y de las referencias religiosas presentes en la composición. Si quisiéramos datar con mayor exactitud el texto, podríamos poner de relieve algunos rasgos lingüísticos del mismo: llaman la atención la distinción entre las grafías [ç] y [z], el predominio de la forma -ié- para los imperfectos (frente a -iá-, más propia del s. XIV) y la ausencia de la forma epéntica -mbr- en el sustantivo «omne», cuya evolución ya se encuentra culminada en el s. XIV. Asimismo, encontramos muestras de apócope extrema en el texto. Recordemos que, ya en 1276, Alfonso X la repone (excepto tras las consonantes [d], [l], [n], [r], [s], [z]). Los casos de apócope extrema ante la grafía [t] podrían hacernos pensar que la composición es anterior a 1276, si bien en el s. XIV aún hay restos de esta apócope extrema en Hita y Sem Tob. En cualquier caso, nos inclinaríamos hacia la hipótesis de que es un texto del s. XIII. De entre aquellos géneros que recurren a la cuaderna vía, diríamos que este fragmento es propio del «roman» histórico; en este caso, narra la vida de quien «mesuró toda África cómo yaz’assentada», sujeto desconocido para nosotros, pero que podría corresponderse con Alejandro Magno, pues la alusión a Siria (v. 3) nos hace pensar, a voz de pronto, en la famosa batalla de Issos.

    2. Creo que el análisis de Álvaro es acertado, además de muy completo. En mi caso, lo primero en lo que me he fijado ha sido en palabras como «grant» o «gent». Ese apócope de la -e final, como él ha apuntado, nos indica que se trata de un texto anterior a 1276, fecha en la que Alfonso X la condena por extranjerizante. Por no repetir sus argumentos, me gustaría añadir que esta obra no se circunscribe a temas locales y religiosos, sino que toma los grandes temas de la literatura europea de la Edad Media. La internacionalidad del tema y la erudición mostrada para tratarlo refuerzan la hipótesis de Álvaro y nos invita a pensar que es un fragmento del «Libro de Alexandre».

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