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Os dejo en este día una nueva composición. No podemos olvidar que en el Renacimiento también se abre paso con fuerza y entidad propia una lírica de carácter popular que adopta distintas vetas temáticas con un tono muy personal y en ocasiones no falto de humorismo….
Sopla fuerte el caramillo,
Gil gaitero,
que's nacido ya el lucero.
Mira que relumbra el cielo
y se esconden las cabrillas,
cien mil ángeles de vuelo
van cantando maravillas,
deja ya las zancadillas,
Gil gaitero,
que's nacido ya el lucero.
Tú, Juan, toca tu bandurria;
tú, el albogue, Bernabé;
tú, Pedruelo, silva y hurria;
tú, Gil, tañe tu rabé;
yo mi flauta tocaré,
Gil gaitero,
que's nacido ya el lucero.
Llevemos gran concordanza,
ninguno pierda el compás:
tú, Gil, zurdo, suena más,
tú no tanto, Pero Panza,
tú delante guía la danza,
Gil gaitero,
que's nacido ya el lucero.
¡Feliz Navidad a todos!
Efectivamente,Virginia, esta composición se inscribe dentro de la veta lírica popular del siglo XVI. A menudo, y ya resulta una especie de estereotipo, el siglo XVI se concibe como un periodo ajeno a las influencias de la lírica popular y de Cancionero.
Esto, obviamente, no es cierto. Esta composición anónima, junto con otras del mismo estilo, es una prueba de ello.
El autor de un poema lírico popular es un individuo (o un grupo pequeño), pues no se convoca a un pueblo para redactarlo; igual sucede con los cambios realizados al mismo. Ahora bien, si ese poema, casi siempre cantado, es repetido, una y otra vez, por distintos miembros del pueblo, se ha hecho popular. Si además el poema o canción perdura durante mucho tiempo entre las gentes, se habrá convertido en tradicional. Hasta aquí, llega la influencia de amor y muerte en el Romancero. Tenemos una prueba de ello en la revalorización que también de él se hace en el Barroco. En otra entrada veíamos como estos géneros están en constante dialogismo y algunos autores eran refractarios a la lírica petrarquista.
Normalmente la vida de estos poemas es como la de las aguas subterráneas: solo de vez en cuando afloran a la superficie de la literatura culta: así sucede con las jarchas (cuando el autor de la moaxaja recoge la jarcha del pueblo, no cuando la crea él) o con las glosas de las cancioncillas populares. Para determinar, pues, si un determinado poemita es tradicional, habrá que demostrar que ha perdurado entre el pueblo un mínimo de tiempo. En este caso se da esta condición, pues probablemente se remonte a los tiempos de la lírica galaico-portuguesa.
Jajaja, una villancico del XVI? Muy bonito. No es de tema estríctamente religioso, aunque sí hace referencia al nacimiento del niño Dios al que aquí denomina «lucero». Más que irónico yo lo veo relajado, de temática distentida y afable en que unos cuantos músicos tocan y se divierten con la excusa del nacimiento. Feliz Navidad!