Os dejo una nueva composición de cara al ejercicio de contextualización. Esta composición guarda relación con otra que estamos analizando
¿Podrías identificar cuáles son estos motivos? Repara también en las rimas verbales y su significado en el Renacimiento. Además, se trata de gerundios ¿Con qué fin expresivo?
En fin, en fin, tras tanto andar muriendo,
tras tanto varïar vida y destino,
tras tanto, de uno en otro desatino,
pensar todo apretar, nada cogiendo,
tras tanto acá y allá yendo y viniendo,
cual sin aliento inútil peregrino,
¡oh Dios!, tras tanto error del buen camino,
yo mismo de mi mal ministro siendo,
hallo, en fin, que ser muerto en la memoria
del mundo es lo mejor que en él se esconde,
pues es la paga de él muerte y olvido,
y en un rincón vivir con la victoria
de sí, puesto el querer tan solo adonde
es premio el mismo Dios de lo servido.
La importancia lingüística y estilística del gerundio
Como bien señalas, Juan Carlos, el gerundio da un aspecto verbal en desarrollo. La acción está en pleno proceso [tensión media,-distensión]. Vemos cómo este gerundio está situado en una posición estratégica al final del verso. También aparece con una semántica muy concreta: muriendo. Se trata de un proceso inacabado en el que el poeta está inmerso. Para Levin aparecería formando un coupling en posición paralela con los otros gerundios: «cogiendo» (v.4) , «viniendo» (v. 5), «siendo» (v. 8). Si nos fijamos en la semántica, el contenido de «muriendo» contrasta con el movimiento o acción de los otros verbos, que ven potenciados así su carga semántica con el uso del gerundio.
La primera Escuela poética del Renacimiento
Este soneto, en fin, pertenece a Francisco de Aldana. Si hacéis memoria, ya se destacó otra composición del mismo autor en una entrada pasada y con distinta temática. Se cataloga como autor de uno de los grandes poemas de nuestra literatura, la «Carta a Arias Montano» que también tenéis recogida en la Antología. Su obra se caracteriza por la variedad: obras religiosas junto a «obra de amor y hermosura a lo sensual», epístolas a amigos junto al relato de fábulas mitológicas.
El uso del gerundio podría tener, como le es propio, una intencionalidad de simultaneidad, de indicar una acción en desarrollo y, por tanto, de generar dinamismo a partir de esa elección formal, en perfecta relación con la idea de peregrinaje que señala su contenido. Este ir y venir es, a su decir, «inútil», lo que lleva al poeta a expresar su lamento ante tanto «desatino» (en línea con el «voy sin otra compañía / sino la que me hace el desatino» del soneto de Garcilaso ya tratado). Ante ello, nos dice el poeta, busca a Dios.