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Comenzamos una nueva semana de trabajo y estudio con un artículo en el que trataremos de esclarecer una cuestión que nos trasladan bastantes opositores/as, cual es el papel que asumen los ejercicios, actividades y tareas en el contexto de las unidades didácticas/situaciones de aprendizaje.
Las actividades en el contexto de los procesos selectivos
En lo que afecta a la didáctica, siempre hemos defendido la importancia de estos elementos dentro del entramado curricular. Además, en el marco de los procesos selectivos, el correcto diseño de actividades y tareas asume dos roles fundamentales:
- Las actividades son el punto de encuentro de todos los elementos curriculares.
- En los criterios de valoración de algunas comunidades autónomas las actividades y tareas ponderan hasta el 30% de la calificación de las unidades didácticas/situaciones de aprendizaje.
Las experiencias de algunos/as compañeros/as que han quedado en primeros puestos de sus tribunales, o incluso de sus comunidades autónomas, nos informa de actuaciones sobresalientes en las que intervienen desarrollos y modelos que dan en la diana de las buenas valoraciones. Dominar la didáctica de la lengua y la literatura exige una gran habilidad en el manejo de las herramientas y las técnicas que las subtienden.
Ciencia y arte en el diseño de actividades adaptadas a la realidad del aula
El principio fundamental al que deben ajustarse los repertorios y series de ejercicios, tareas y actividades es el del necesario equilibrio entre realismo, motivación y utilidad. El diseño ha de responder a un planteamiento coherente con su aplicabilidad al aula, sin perder sus glosas de motivación e interés para el alumnado.
Hay actividades de enseñanza-aprendizaje muy originales e innovadoras, pero que pecan de un excesivo idealismo. Esto genera problemas a la hora de implementarlas en el aula. En este sentido, debemos ser conscientes de que la realidad actual del aula condiciona en todo momento el enfoque de nuestras metodologías. Parte de ciencia y mucho de arte son variables de la ecuación que apliquemos al diseño de nuestras actividades.
Aplicar bien una actividad no es igual a describirla
Hay opositores/as que se limitan a describir el proceso de una determinada tarea o actividad. Describir tareas complejas consume mucho tiempo de las defensas. Con una mera explicación de los procedimientos, fases y objetivos finales no satisfacemos el requisito de interrelación que nosotros exigimos. Explicar las actividades, su intención y su sentido, sin ahondar en sus conexiones curriculares, carece de la necesaria completitud que subyace en los haces curriculares de integración-interconexión.
¿Es determinante la experiencia docente para superar la parte de las defensas de programación y unidad didáctica/situación de aprendizaje?
Dominar la didáctica no es una tarea que resulte más fácil y sencilla para los aspirantes con experiencia docente previa. Hemos tenido experiencias de opositores/as con “0” puntos en el baremo del tiempo de servicio que han sobresalido en sus defensas sin haber cogido una tiza en su vida.
Los tribunales habrán de valorar el acto de la defensa en sí. Es casi axiomático que una buena defensa se traduce en una buena calificación en la práctica totalidad de los casos. Por tanto, la hoja de servicios no es un factor determinante en dicha calificación, aunque sí hay tribunales que penalizan el excesivo idealismo de las propuestas de actividades . Por esta razón, nosotros siempre hemos defendido el necesario equilibrio entre tradición y vanguardia, proponiendo nuevos modelos y propuestas de enseñanza-aprendizaje, pero sin olvidar los paradigmas didácticos tradicionales.
Como didactas de la lengua y la literatura tenemos la misión de formar educadores, y, ante todo, mostrarles que están adquiriendo los conocimientos y procedimientos que posteriormente tendrán que aplicar. Las cuestiones lingüísticas y literarias no son algo estático, que se deba estudiar de forma descontextualizada, sino que, en nuestra esfera educativa, deben tener total sentido y utilidad.
Una buena biblioteca de didáctica
En nuestra biblioteca de didáctica de la lengua y la literatura no deben faltar autores de referencia como Mendoza Fillola, Carlos Lomas, Daniel Cassany, Coll, Ignacio Polo o Ana Camps, entre muchos otros.
A nosotros nos gusta mucho la referencia: Repensando la didáctica de la lengua y la literatura. Paradigmas y líneas emergentes de investigación de Mar Campos Fernández- Fígares y Mª del Carmen Quiles Cabrera (eds.), Madrid, Ed. Visor Libros, 2019.
Las publicaciones monográficas en didáctica de lengua y literatura en los últimos años han aportado un valiosísimo conjunto de nuevos paradigmas de gran interés para nuestra área hasta llegar al momento actual de los procesos de enseñanza-aprendizaje llevados al límite del lado práctico y competencial.
Las actividades y tareas competenciales
Por otra parte, las competencias clave de la LOMLOE definen y perfilan el modelo de ciudadano del siglo XXI, formado en la totalidad de las áreas que conforman el currículo académico. Las actividades deben recoger esta inquietud y este principio preceptuado en la LOMLOE, Norma que, a su vez, apela a las Recomendaciones del Consejo de Europa de 2018. Sin ir más lejos, la recomendación 7 nos dice lo siguiente:
En la economía del conocimiento, memorizar hechos y procedimientos es clave, aunque no suficiente para el progreso y el éxito. Las capacidades, como la resolución de problemas, el pensamiento crítico, la habilidad para cooperar, la creatividad, el pensamiento computacional o la autorregulación, son más esenciales que nunca en nuestra sociedad en rápido cambio. Se trata de herramientas para lograr que lo que se ha aprendido funcione en tiempo real, para generar nuevas ideas, nuevas teorías, nuevos productos y nuevos conocimientos.
De su parte, las dos autoras citadas, en el capítulo I de la obra: “Didáctica de la lengua y la literatura y líneas emergentes: la construcción de un marco de referencia” hablan de la necesaria construcción de conocimiento a través de actividades que contemplen las nuevas preocupaciones a tenor de lo que nos demanda la sociedad del momento, como el pensamiento ecocrítico, esto es, la ecología en conexión con los estudios de lectura; o el acceso y la difusión del patrimonio intangible – los imaginarios de la naturaleza, por ejemplo. Herramientas como el booktrailer, la fan-fiction, la vídeo-poesía, el bookstagram, entre otros, han surgido de las TIC y se ponen al servicio de la educación lingüística y literaria, en opinión de las autoras.