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¿Contextualizamos? 15-1-2020

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    Tras la clase de preparación de hoy aportamos un nuevo texto para nuestro entrenamiento de encuadre lingüístico-literario cotidiano. Se relaciona con la composición que hemos estado viendo de Góngora.

     Era del año la estación florida
    en que el mentido robador de Europa
    —Media luna las armas de su frente,
    y el Sol todo los rayos de su pelo—,
    luciente honor del cielo,
    en campos de zafiro pace estrellas.

    Cuando el que ministrar podía la copa
    a Júpiter mejor que el garzón de Ida,
    —náufrago y desdeñado, sobre ausente—,
    lagrimosas de amor dulces querellas
    da al mar; que condolido,
    fue a las ondas, fue al viento
    el mísero gemido,
    segundo de Arïón dulce instrumento.

    Del siempre en la montaña opuesto pino
    al enemigo Noto,
    piadoso miembro roto
    —breve tabla— delfín no fue pequeño
    al inconsiderado peregrino
    que a una Libia de ondas su camino
    fió, y su vida a un leño.

    Del Océano, pues, antes sorbido,
    y luego vomitado
    no lejos de un escollo coronado
    de secos juncos, de calientes plumas
    —alga todo y espumas—
    halló hospitalidad donde halló nido
    de Júpiter el ave.

    Encuadre en el periodo lingüístico-literario: la idealización de la realidad mediante la oscuridad lingüística

    Como apuntas, Virginia, Las Soledades de Góngora es uno de los poemas más oscuros de Góngora, en particular, y de la Literatura castellana, en general. En la Convocatoria de 2015 apareció en Madrid un fragmento de este poema. No se puede entender sin el conocimiento simbólico de los Mitos (más allá del evemerista).

    Importantísimo apoyar nuestro análisis en argumentos de autoridad críticos: la interpretación de Dámaso Alonso, el gran estudioso del poeta cordobés

    Es ya clásica la obra de Dámaso Alonso del año 35 , La lengua poética de Luis de Góngora.

    En ella analizó y casi «tradujo» el poema. Es conveniente entender primero la semántica para adentrarse después en el análisis.

    En los versos 1-6 nos dice algo así como que era la primavera, estación en que el Sol entra en la constelación y signo zodiacal de Tauro.

    El dios Zeus, bajo la apariencia de un toro, al que la constelación de Tauro está consagrada, fue mentido o artero raptor- robaror- de Europa, princesa de Fenicia.

    Tauro es descrito por sus astas (v.3) y por su luminoso pelo que le hace brillar tanto como el Sol. Esa constelación es gala del cielo, en cuyo azul (campos de zafiro) pace estrellas.

    En esa estación primaveral (vv. 7-14) un apuesto joven, náufrago, ausente y desdeñado por su amada se queja llorando y da sus lágrimas al mar. Este se conduele o apiada de él; sus míseros gemidos hicieron que las olas y el viento respetaran su vida. El náufrago es más bello de Ganímedes

    Estudios y ensayos gongorinos de Dámaso Alonso- por preparadorlengua

    El personaje literario de Ganímedes y su papel en el relato mitológico

    Ganímedes es el garzón o mancebo que, por su hermosura, raptó Júpiter en Ida, isla de Creta, para que le sirviera de copero.

    Una pequeña tabla de pino (árbol que en la montaña siempre está opuesto, para que lo derribe, a su enemigo el viento llamado «Noto»), que era un piadoso miembro desgajado de ese árbol, sirvió de delfín (como a Arión)

    La naturaleza salva al peregrino

    Era de buen tamaño (para que pudiera salvarse en él) al imprudente peregrino, el cual había confiado su camino al mar que era un desierto, como Libia, pero de olas. También su vida en un barco (leño) que había naufragado.

    En los versos 22-28 el poeta describe cómo el joven había sido sorbido por el Océano, al naufragar, y luego ser devuelto (vomitado). Cubierto de algas y espuma (v.26), no lejos de un escollo coronado de secos juncos y de calientes plumas, que servían de nido a las águilas (aves de Júpiter). Allí halló el también hospitalidad.

    2 comentarios en «¿Contextualizamos? 15-1-2020»

    1. Muy complicado poema, que para descifrar habríamos de saber de mitología, imagino. No logro descifrarlo. No obstante, el léxico y los símbolos sí nos recuerdan al poema de ayer: los rayos de sol que inundan el cielo, ya no las referencias pictóricas, pero sí referencia a las piedras preciosas, otro de los elementos fundamentales o tópicos del barroco relacionados con lo plástico, lo sensual y lo natural y el empleo de elementos mitológicos, como Júpiter.

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