Es importante tener presente la idea de que la parte más compleja del proceso de oposición es la del práctico. En los sistemas transitorios, convocatorias del 2008 y 2010, esta parte desapareció. Se intentó de esta manera consolidar a buena parte del colectivo interino de mayor antigüedad. No faltó quien calificó este sistema de “concurso encubierto”. Lo que pretendió, en definitiva, fue acomodar un alto porcentaje de profesores interinos a una ordenación más estable en las listas de interinidad y facilitándoles el acceso a la plaza .
Estamos hablando de un año en el que Andalucía sacó a oposición un número de plazas ostensiblemente superior al de convocatorias pasadas: la friolera de 1200 plazas nada más que para la especialidad de Lengua castellana y Literatura. No se ha vuelto a ver un número de plazas tan desorbitado.
Tras este sistema transitorio, llevamos ya unas convocatorias en las que el proceso de selección ha recuperado la tradicional prueba práctica eliminatoria. Este planteamiento ha respondido a diferentes estructuras y formatos de desarrollo. Hay comunidades como Madrid, Castilla-La Mancha, Aragón o La Rioja en las que nos encontramos una estructura de práctico guiado o pautado. Este modelo está basado en cuestiones concretas para cuya resolución es necesario conocer a fondo cada uno de los niveles del comentario lingüístico. Se trata de las “comunidades de las cuestiones concretas” como así venimos denominándolas. Una de las mejores formas de encarar el examen es ejercitarse en los simulacros, como ya dejamos dicho.
En otras comunidades autónomas como Murcia, Valencia, Galicia o Castilla y León el comentario lingüístico es más global y abarcador. En Cantabria es preciso dominar a fondo toda la literatura para solventar cuestiones de índole temática y estilística.
¿Es determinante el examen práctico en la superación de oposiciones?
En Madrid la prueba práctica pondera un 70% en la calificación final de la primera parte. El tema ha perdido protagonismo a favor de la parte práctica. En el resto de comunidades esta parte práctica comparte peso con el tema al 50%.
Con el actual sistema de sorteo de las 5 bolas a nadie se le escapa que la probabilidad de que “caiga” un tema que se domina se amplía considerablemente.
El práctico, por tanto, se ha convertido en uno de los escollos del proceso. La realización de simulacros adaptados a tu comunidad y la asimilación de una metodología exhaustiva y profunda que te ayude a adquirir las técnicas y destrezas adecuadas para su desarrollo son, sin duda, las mejores herramientas con las que puedes contar.
Una explicación en función de la expresividad del mensaje literario
La mayor parte de las Resoluciones de las Convocatorias de oposiciones insisten en el criterio de valoración : “Analizar los planos lingüísticos en función de su contribución al sentido”. Este criterio ha de conducirnos en una determinada dirección: la de poner todo nuestro análisis en función del sentido. Así defenderemos cómo la sustancia de la expresión se abraza con la sustancia del contenido, o de qué manera emerge en la estructura patente la estructura latente, profundizando en la hermenéutica textual. ¿Es necesario, por tanto, comentar todos y cada uno de los fenómenos gramaticales? Nosotros focalizamos la metodología de un trabajo óptimo que recorre todos los lugares posibles de interrelación: lengua ( fenómeno gramatical)> función estilística (sentido)> función en el periodo literario al que pertenece el texto. La intertextualidad, las influencias, el análisis de las fuentes literarias de las que parte el texto en cuestión, la transformación (p.ej. muy significativa desde el Renacimiento al manierismo y el Barroco),etc. han de ser principios de análisis fundamental.
De cómo un compañero aprobó la parte práctica de las oposiciones
Un compañero de profesión, catedrático, obtuvo la plaza hace años con el análisis de un soneto de Fernando de Herrera. Coincidió que meses antes había leído la obra Manierismo y Barroco de Enrique Orozco y supo ver en la composición los procesos de transformación lingüística, estética y temática, la estilística de la adjetivación y la metáfora, una lengua literaria, en suma, como forma en formación (este concepto es de Habermas) y en proceso de transición. Proyectar la importancia de esta literatura en el texto no es tan fácil si no conocemos su profundidad estética y conceptual.
Focalizar el fenómeno fundamental y esencial y explicar su expresividad y relevancia dentro de los grandes periodos histórico-literarios es la base de la que partimos en nuestros análisis. Incluso en el análisis lingüístico de textos literarios es necesario identificar la finalidad y el sentido que el emisor nos quiere hacer llegar.