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Dedicamos esta entrada a tratar un asunto por el que vienen preguntando algunos opositores: ¿con cuánta antelación deberíamos preparar las oposiciones ? La respuesta a esta pregunta no es fácil, pues podemos hablar de varios tiempos y resultados de enseñanza y aprendizaje, siguiendo la terminología de Ignacio Polo (2016) en su artículo : “Tiempos y resultados de aprendizaje”, Avances En Supervisión Educativa (26). https://doi.org/10.23824/ase.v0i26.570 . Para medir dicho tiempo es necesario conocer varias variables, entre las que destacan: el ritmo de aprendizaje del opositor y el nivel del que partimos.
A cuatro meses y medio del inicio de las oposiciones de 2023, en preparadorlengua.com ya estamos recibiendo reservas de matrícula para las preparación 2024. Las comunidades de Castilla y León y Cataluña ya han anunciado la intención de convocar el sistema tradicional. Otras como Canarias (tras el reciente aplazamiento a 2024 de sus convocatorias), Andalucía o Aragón convocarán la vía 2, ceteris paribus.
Los tiempos de preparación, por tanto, están en función de las dos variables clave antedichas, aunque, en realidad, hay más variables: situación personal, tiempo consagrado al estudio, asimilación de contenidos, habilidades prácticas, etc.. Como regla general, nosotros recomendamos que el periodo de formación y aprendizaje sea, como mínimo, de un año completo, aunque lo ideal son dos años.
Compaginar trabajo y estudio
Hay opositores que compaginan trabajo y estudio. Se trata de interinos que tienen contratos con la Administración para la cobertura de vacante durante un curso académico. Compaginan su trabajo de docentes con el estudio de las oposiciones. El tiempo que pueden dedicar a trabajar prácticos, temas y didáctica se reduce a 3 ó 4 horas en horario vespertino y todas las horas de que disponen en fines de semana. Evidentemente, este contexto solicita un intervalo de tiempo más amplio a la hora de trazar la hoja de ruta de la capacitación para estas oposiciones. El sistema de aprendizaje es más lento y sosegado y ha de basarse en la acumulación de saberes y en la construcción continua e impausada del andamiaje completo de la preparación para las pruebas selectivas.
Ritmos de aprendizaje más lentos
Siempre decimos que en estas oposiciones no hay ni más listos/-as ni más tontos/-as. El haber cursado unos estudios universitarios procura una base de conocimientos y un sustrato de saberes. Hay opositores de digestión lenta, que necesitan más tiempo para asimilar y conciliar los conceptos, contenidos y habilidades prácticas e instrumentales que aquí trabajamos. Lejos de acomplejaros o de achicar vuestra autoestima, estas necesidades son avisos para tomar conciencia de las limitaciones y la necesidad de proyectar un horizonte formativo más amplio. La especialización se adquiere tras haber acumulado conocimiento y un proceso de maduración subsiguiente.
Variable edad
Aunque parezca sorpresivo, hay aspirantes que se instalan en la creencia de que, tras superar la edad de 45 años, ya no les será posible sacar plaza. En algunos casos aspiran a un proyecto de vida basado en la interinidad y la eventualidad. Este planteamiento es aberrante. Nunca es tarde para sacar la plaza. Lo preocupante es que os pongáis trabas a vosotros/-as mismos/-as y renunciéis a la esperanza de llegar a fijar vuestro futuro laboral.
Opositores/-as que proyectan su horizonte profesional y familiar sobre las bases de la inseguridad, el cambio, la inestabilidad y una vida transhumante pueden encontrarse con que, el día más inesperado, la Administración no se acuerde de ellos/-as. ¿Y ahora… qué?
La suerte es una variable exógena
Cae por su propio peso, por absurdo e irreal, el encomendar la obtención de la plaza a la suerte. El azar de lo impredecible o la intervención de la Diosa Fortuna, a la que tanto apelaban los poetas del Cuatrocientos, representan imaginaciones, delirios mentales que no tienen presencia ni seguridad tangible. Solo el aprendizaje y estudio constantes, el sacrificio y el esfuerzo que conduzcan a la conquista de un nivel de excelencia son las auténticas evidencias que emergen de un proceso de capacitación aventajado.
La plaza es garantía de futuro y conseguirla un reto
Abandonar la interinidad es la aspiración de todo docente interino con un mínimo de responsabilidad y dos dedos de frente. Conseguirla exige esfuerzo, pero también tener las ideas muy claras y las metas bien definidas. En preparadorlengua.com hemos preparado a jóvenes opositores/-as sin experiencia, que obtuvieron la plaza a la primera. Contaban con la ventaja que otorga la energía de la juventud, la fuerza y el impulso, la maleabilidad necesaria para adaptarse con facilidad a nuestro sistema de preparación, y muchas ganas de obtener la plaza.
Como siempre decimos, no hay atajos ni fórmulas mágicas. Sacrificarse exige un elenco de renuncias personales tan abultado como necesario y la claridad de ideas siempre es un verdadero don.