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¿Contextualizamos? 7-1-2020

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    He aquí un nuevo texto para el ejercicio de contextualización de cara al ejercicio práctico de la oposición de Lengua castellana y Literatura.

    El fragmento ofrece varias referencias inconfundibles que nos dan las «claves» literarias para encuadrarlo en un género muy concreto.

    ¿Podríais comentar cuáles son? Hay alusiones a otras artes ¿Podríais comentar su papel e importancia y su forma de influir en los distintos géneros?

    (Pista.- podéis consultar el apartado «Arte y Literatura»).

    El deseo que tenía, curioso lector, de contarte mi vida me daba tanta priesa para engolfarte en ella sin prevenir algunas cosas. Como primer principio, es bien dejarlas entendidas —porque siendo esenciales a este discurso también te serán de no pequeño gusto[…] redarguyéndome de pecado, porque no procedí de la difinición a lo difinido, y antes de contarla no dejé dicho quiénes y cuáles fueron mis padres y confuso nacimiento; que en su tanto, si dellos hubiera de escribirse, fuera sin duda más agradable y bien recibida que esta mía.

    Y no es de maravillar que aun esta pequeña sombra querrás della inferir que les corto de tijera y temerariamente me darás mil atributos, que será el menor dellos tonto o necio, porque, no guardando mis faltas, mejor descubriré las ajenas.

    Alabo tu razón por buena; pero quiérote advertir que, aunque me tendrás por malo, no lo quisiera parecer —que es peor serlo y honrarse dello—, y que, contraviniendo a un tan santo precepto como el cuarto, del honor y reverencia que les debo, quisiera cubrir mis flaquezas con las de mis mayores. […]Pues nace de viles y bajos pensamientos tratar de honrarse con afrentas ajenas, según de ordinario se acostumbra: lo cual condeno por necedad solemne de siete capas como fiesta doble.[…]

    Así acontece ordinario y se vio en un caballero extranjero que en Madrid conocí, el cual, como fuese aficionado a caballos españoles, deseando llevar a su tierra el fiel retrato, tanto para su gusto como para enseñarlo a sus amigos, por ser de nación muy remota, y no siéndole permitido ni posible llevarlos vivos.

    Teniendo en su casa los dos más hermosos de talle que se hallaban en la corte, pidió a dos famosos pintores que cada uno le retratase el suyo, prometiendo, demás de la paga, cierto premio al que más en su arte se extremase.

    El uno pintó un overo con tanta perfección, que sólo faltó darle lo imposible, que fue el alma; porque en lo más, engañado a la vista, por no hacer del natural diferencia, cegara de improviso cualquiera descuidado entendimiento.

    Con esto solo acabó su cuadro, dando en todo lo dél restante claros y oscuros, en as partes y, según que convenía. El otro pintó un rucio rodado, color de cielo, y, aunque su obra muy buena, no llegó con gran parte a la que os he referido; pero estremóse en una cosa de que él era muy diestro.

    […] Y fue que, pintado el caballo, a otras partes en las que halló blancos, por lo alto dibujó admirables lejos, nubes, arreboles, edificios arruinados y varios encasamentos, por lo bajo del suelo cercano muchas arboledas, yerbas floridas, prados y riscos; y en una parte del cuadro, colgando de un tronco los jaeces, y, al pie dél estaba una silla jineta. Tan costosamente obrado y bien acabado, cuanto se puede encarecer.

    Acertadas alusiones, Virginia, a las relaciones entre Literatura y pintura. Se hace en este momento también notoria la importancia del dibujo de caballos. El caballo se convierte en elemento de prestigio social. Eran frecuentes en los retratos reales y en las esculturas.

    Otro de los elementos reseñables es el que se refiere al inicio de la confesión de su vida y a sus orígenes deshonrosos:

    »  no dejé dicho quiénes y cuáles fueron mis padres y confuso nacimiento; que en su tanto, si dellos hubiera de escribirse, fuera sin duda más agradable y bien recibida que esta mía. «

    Encuadre literario: El Guzmán de Alfarache

    Este fragmento pertenece al Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán, su obra maestra. Se trata de una novela picaresca, cuya primera parte se imprimió en Madrid, en 1599. En ella el autor cuenta la vida de Guzmán de Alfarache, hijo de un mercader genovés y de la amante de un anciano caballero. Su vida estará, desde un principio, marcada por la corrupción, el egoísmo y la inmoralidad. Mateo Alemán encontró una forma apta para proyectar las características del género de la picaresca, iniciado con el Lazarillo de Tormes ( h. 1552).

    Guzmán vaga por el mundo en busca de unas raíces que no encuentra y, para sobrevivir, adoptará distintas personalidades, cambiará de condición social, se casará, será apresado y enviado a galeras.

    La novela es la confesión de una vida degradada que culmina con un acto de degradación (para salvarse de galeras, traiciona a sus compañeros, delatando un motín de los mismos).

    Con esta obra Mateo Alemán abrió la brecha del género picaresco. A pesar de que ya se había publicado el Lazarillo de Tormes, fue el enorme éxito alcanzado por el Guzmán lo que, sin duda, contribuyó a afianzar el género y muchos fueron los escritores de la época que lo cultivaron (os remito al tema y a los documentos del nivel literario para que les deis un repaso).

    1 comentario en «¿Contextualizamos? 7-1-2020»

    1. encuadramos el texto en el Barroco, que se entiende como un paso adelante respecto del Renacimiento, pues no se entiende como una ruptura sino como continuación. No obstante hay algunas diferencias, ahora se le da más importancia a la relación entre diferentes artes, como el de la literatura y el arte pictórico: «Con esto solo acabó su cuadro, dando en todo lo dél restante claros y oscuros». Los claroscuros, precisamente son una característica de la pintura que se hermana con los contrarios en al literatura. Los detalles y lo cotidiano se vuelven tema fundamental, así como la naturaleza o los animales: «por lo alto dibujó admirables lejos, nubes, arreboles, edificios arruinados y varios encasamentos, por lo bajo del suelo cercano muchas arboledas, yerbas floridas, prados y riscos; y en una parte del cuadro, colgando de un tronco los jaeces, y, al pie dél estaba una silla jinete». También se muestra la importancia del razonamiento: «Alabo tu razón»; ahora, gracias a Newton, Galileo y otros físicos, ya no se acepta la realidad sino que se pone en duda y se razona.

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