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¿Contextualizamos? 6-1-2020

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    Os dejos un nuevo texto para la contextualización. Una de las calas temáticas señeras en el Renacimiento es la en este fragmento se pone de relieve y se ensalza.

    ¿Sabríais decir cuál es y en qué obra más relevante aparece? ¿Podríais relacionarla con otras referencias temáticas del periodo ya estudiadas?

    ¡Oh felice vida la del aldeano, el qual no se levanta con cuydado de madrugar al consejo, de ir a las diez a palacio, de contentar al portero, de acompañar al presidente, de aguardar al privado, de estar al comer del rey, de buscar a do coma, de andar tras aposentadores y contentar a contadores!

    En lugar destos cuydados, tiene el aldeano otros passatiempos:

    oyr balar las ovejas, mugir las vacas, cantar los páxaros, graznar los ánsares, gruñir los cochinos, relinchar las yeguas, bramar los toros, correr los becerricos, saltar los corderos, empinarse los cabritos, cacarear las gallinas, encrestarse los gallos, hazer la rueda los pavos[…] mamar las terneras, abatirse los milanos, apedrearse los mochachos, hazer puchericos los niños y pedir blancas los nietos.

    Previlegio de aldea es que allí estén los hombres más virtuosos y menos viciosos, lo qual no es assí por cierto en la corte y en las grandes repúblicas, a do ay mil que os estorben el bien y cien mil que os inciten al mal.

    ¡Oh bienaventurada aldea en la qual el buen aldeano guarda el día del disanto, offresce en la fiesta, oye misa el domingo, paga el diezmo al obispo, da las primicias al cura, haze sus Todos-Santos.

    Es previlegio de aldea que los que allí moraren puedan de su hazienda guardar más y gastar menos, del qual previlegio no gozan los cortesanos, ni aun los que residen en superbos pueblos, porque allí biven muy menos consolados y muy más costosos.

    ¡Oh bienaventurado el aldeano, el qual no tiene necessidad de traer tapicería de Flandes, comprar antepuertas, proveerse de alfombras, hazer sobremesas, armar camas de campo, labrar vaxillas de plata, servirse con fuentes, suffrir cozinero, buscar trinchante, pagar cavallerizo, ni reñir con el despensero y, lo que es mejor de todo, que no ha de sacar dineros a cambio, ni aun fiarse de su camarero!

    En todos estos officios y a todos estos officiales muy poca la costa de pagarlos a respecto del trabajo que se suffre en suffrirlos.

    El que bive en la corte y en los grandes pueblos, más alhajas tiene para cumplir con los que vienen a su casa que para el servicio de su persona.

    ¡Oh quán dichoso es en este caso el aldeano, al qual le abasta una mesa llana, un escaño ancho, unos platos bañados, unos cántaros de barro, unos tajaderos de palo, un salero de corcho, unos manteles caseros, una cama encaxada, una cámara abrigada, una colcha de Bretaña, unos paramentos de sarga, unas esteras de Murcia, un çamarro de dos ducados, una taça de plata, […] y una moça que le ponga la olla!

    Tan honrado está un hidalgo con este ajuar en una aldea como el rey con quanto tiene en su casa.

    Como señalas, Virginia, la vida retirada, el «beatus ille» y el «aurea mediocritas» son temas de hondo calado en la tradición renacentista. En esta línea y veta temática se inscribe también «el menosprecio de corte y alabanza de aldea».

    Precisamente de la revalorización de la naturaleza como lugar idílico («locus amoenus») y paraíso en el cual los dioses situaron al hombre (Diálogo de la dignidad del hombre ).

    Este fragmento pertenece precisamente a la obra Menosprecio de corte y alabanza de aldea , que se publicó en 1539, y ataca la corte como un lugar de corrupción. Exalta la naturaleza y los placeres del campo, así como la vida retirada, que es propicia para el enriquecimiento del espíritu. Debemos identificar en el tópico remembranzas de otro topoi de más larga tradición literaria, cual es del «beatus ille». Fray Luis de León dejó dicho en su «Oda a la vida retirada»:

    Del monte en la ladera,
    por mi mano plantado tengo un huerto,
    que con la primavera
    de bella flor cubierto
    ya muestra en esperanza el fruto cierto.

    Apreciamos, por tanto, las bases de la tópica horaciana que sentaron escuela y que fueron el mejor ejemplo del reencuentro espiritual místico («vivir con uno mismo»).

    1 comentario en «¿Contextualizamos? 6-1-2020»

    1. Se contrapone la vida del campo vs. la vida en la ciudad, en la que se sale ganando la primera. El tópico del otium frente al negotium que se ponía de manifiesto en las reflexiones renacentistas y usadas desde Garcilaso o Boscán hasta místicos como Fray Luis.

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