
La importancia del Proyecto
Educativo de Centro (PEC)
en la escuela
Tratamos en este artículo las menciones al PEC, una dimensión muy relevante en la elaboración de las programaciones didácticas de Lengua castellana y Literatura en el segundo nivel de concreción curricular. Como veréis, se trata de una herramienta muy útil para la toma de decisiones académicas y docentes.
Introducción: un marco de decisión de las organizaciones académicas
Las organizaciones, sin importar su tipo o finalidad, estructuran y organizan sus actividades dentro de un marco amplio que se define a través de la interacción compleja de elementos esenciales que vertebran su funcionamiento. Las instituciones académicas no son una excepción; la dinámica entre objetivos, recursos, estructura, tecnología, cultura y entorno define el contexto de las prácticas pedagógicas y el rumbo que deben seguir.
Coherencia en las prácticas académicas
Toda organización académica, ya sea privada o pública, busca que sus prácticas sean coherentes. Para ello, interviene e influye en cada uno de los componentes organizacionales de sus actuaciones con una manera ordenada y racional, de acuerdo con directrices y pautas específicas. Estas guías pueden ser más o menos planificadas o explícitas, pero son esenciales en todos los casos.
Las directrices de los centros educativos
En el contexto de los centros educativos, la existencia de directrices centrales y mancomunadas es aún más crucial. La institución académica presenta una estructura más flexible, con actividades centrales complejas (enseñar y aprender) y un alto grado de interdependencia en el trabajo (los profesores solemos actuar de manera individual y pasar la mayor parte de nuestro tiempo en contacto directo con los estudiantes). Incluso en los centros mejor organizados, el profesorado tiene amplias oportunidades para actuar fuera de los acuerdos comunes y establecidos, debido a su libertad en el aula. Por lo tanto, en el ámbito educativo, los acuerdos y la planificación son aún más indispensables.
La importancia de la evaluación y la planificación
El desarrollo de planes y proyectos permite actuaciones individuales y colectivas más coherentes, efectivas y racionales. Estas herramientas también ayudan a clarificar la ideología y la organización académica del centro, mediante prácticas escolares colaborativas. Además, permiten legitimar las actuaciones de todos los miembros de la comunidad educativa y ponerlas en común. La elaboración de documentos como el Proyecto Educativo de Centro (PEC), el Plan Anual, la Programación General Anual (PGA) y otros se convierte en una actuación clave para guiar las prácticas educativas, dotándolas de validez, siempre y cuando sean documentos prácticos y realistas, adaptados a los condicionantes internos y externos del centro.
La adecuación de las directrices institucionales
Las directrices institucionales pueden ayudar a:
– Evitar la improvisación y la rutina.
– Unificar criterios para una mayor coherencia funcional.
– Reducir la incertidumbre, las actuaciones contradictorias y los esfuerzos inútiles.
– Coordinar la participación y la implicación de toda la comunidad escolar.
– Racionalizar las tareas docentes y de los alumnos, promoviendo su crecimiento.
– Optimizar el uso del tiempo.
– Clarificar los objetivos institucionales y los medios disponibles.
– Generar motivación e incentivos para el profesorado.
– Aumentar la cualificación de los miembros del centro para una gestión más eficaz.
– Configurar una identidad propia del centro escolar.
– Desarrollar una evaluación formativa interna periódica de la acción educativa.
Elaboración y función programática del Proyecto Educativo de Centro
El Proyecto Educativo de Centro (PEC) y otros documentos relacionados como el Plan Anual (PGA), el reglamento de régimen interno (RRI), el presupuesto y la memoria, deben adquirir la condición y estatus de herramientas prácticas y realistas, pues están construidas día a día y adaptadas a los condicionantes del centro. Estos documentos deben ser coherentes con la normativa, la tipología del centro y su contexto institucional.
Autonomía de los centros educativos y contexto académico
La elaboración de directrices y proyectos tiene sentido si existen márgenes medianamente razonables para autonomía y la flexibilización de medidas . Si las políticas educativas son centralistas y no consideran las particularidades de los contextos escolares, la capacidad de desarrollar proyectos innovadores se ve sumamente limitada. Solo políticas que promuevan la autonomía y la confianza permiten a los centros escolares desarrollar propuestas educativas diferenciadas.
Definición y alcance del PEC
El PEC es una propuesta integral que orienta y guía las decisiones mancomunadas y prácticas consensuadas dentro del centro educativo. No solo describe el estado actual del centro, sino que también anticipa lo que se pretende desarrollar a futuro. Un PEC debe abarcar todos los ámbitos de gestión eficaz y sólida, no solo el currículo, sino también la gestión administrativa, la gobernanza del centro, la organización de los servicios escolares y la proyección externa (social) del centro.
En resumen, el PEC debe ofrecer una visión global y coherente que contemple todos los aspectos de la vida escolar, asegurando así una planificación y ejecución efectiva de las prácticas educativas.
Dirección y orientación de los procesos de intervención educativa
En cuanto a la afirmación de que el proyecto busca «dirigir y orientar coherentemente los procesos de intervención educativa», no hay mucho que añadir. Es importante, en cambio, recordar que el Proyecto Educativo de Centro (PEC) establece líneas de acción, define pautas generales y traza caminos que aspiran a ser consistentes a medio plazo y elevan la acción educativa a los diversos estamentos de la comunidad escolar.
Naturaleza institucional de la propuesta de planificación didáctica
Se ha mencionado que esta propuesta es institucional, lo cual podría parecer redundante, dado que el PEC es un documento de centro, es decir, de toda la institución. Como indicamos más arriba, se concibe como marco de referencia general que funciona a la manera de un contrato que compromete y une a todos los miembros de la comunidad educativa, sellados con objetivos comunes. Su elaboración debe ser el resultado de un consenso, basado en el análisis de la realidad escolar, sus necesidades, expectativas y recursos. Crear el PEC no debería concebirse como un trabajo meramente administrativo o burocrático, sino como una oportunidad para que el profesorado intercambie ideas, revise y comparta sus convicciones y enfoques educativos personales, construyendo acuerdos de manera gradual.
Por todo esto, el PEC debe ser la referencia para justificar y fundamentar las decisiones que se tomen en el centro educativo. Se trata de un documento dinámico, sujeto a revisiones y mejoras constantes.
Contenido del PEC
El Proyecto Educativo de Centro se compone de varios apartados. Decidir su número y naturaleza, así como el contenido, es siempre un tema discutible y susceptible de múltiples respuestas. De hecho, diversos autores han propuesto alternativas similares, con algunas alternancias. Además, las autoridades educativas de los diferentes gobiernos, tanto centrales como territoriales, han sugerido formatos de PEC con contenidos similares, aunque no siempre idénticos. En algunos casos las mismas instancias administrativas han presentado diferentes contenidos de PEC según el contexto, la ocasión o el grado de reflexión y estudio del tema por parte de sus servicios técnicos.
Serafín Antúnez, en una obra colaborativa intitulada: Del proyecto educativo de centro a la programación de Aula, Barcelona, Editorial Graó, 1993, hace referencia al contenido del PEC, concibiendo este instrumento como una herramienta que define la identidad del centro, formula sus objetivos generales y expresa su estructura organizativa de manera coherente con el contexto escolar en el que se encuentra.
Las señas de identidad del centro académico
Estas señas representan el conjunto de principios formulados en términos de definición institucional que caracterizan al centro. Expresan su postura y sus supuestos en relación con determinadas convicciones antropológicas, sociales, ideológicas y pedagógicas. En resumen, son un conjunto de principios rectores a los que todos los profesores de la comunidad escolar deberían contribuir.
Este apartado del proyecto, que en diferentes contextos y épocas ha recibido otros nombres, como “ideario de centro” o “carácter propio”, es la carta de identidad de la institución, y debería servir para:
– Dar a conocer el centro al propio profesorado, padres, madres y alumnado de nueva incorporación.
– Orientar y guiar cualquier actuación individual o colectiva dentro del centro.
– Actuar como marco de referencia en los procesos de evaluación del centro.
– Responder a la pregunta «¿quiénes somos?»
En el caso de los centros públicos, es importante recordar que, aunque compartan ciertas características comunes determinadas por la Constitución española (CE) y otras disposiciones legales (como la aconfesionalidad), cada centro posee la posibilidad de construir y definir su propio camino de manera particular y diferenciada, haciendo uso de su autonomía académica. El PEC es una oportunidad para ejercer el derecho a la diferencia, permitiendo que cada centro tenga «su propio nombre y apellidos», tal como han reclamado históricamente los colectivos de movimientos de renovación pedagógica en España.
La postura de Serafín Antúnez
Según Serafín Antúnez (op. cit.) existen planteamientos y principios de acción diferentes entre diversos centros públicos. Las señas de identidad de un centro pueden diferir de las de otro, ya que cada uno está situado en un contexto social, cultural, geográfico, etc., particular. Atendiendo a un alumnado con características que no tienen por qué ser idénticas, el tamaño de la institución, las etapas educativas que acoge, el carácter estable o cambiante de los claustros, entre otros factores, también influirán en las respuestas particulares de cada centro.
La definición de las señas de identidad del centro puede manifestarse en la postura del profesorado del centro respecto a aspectos tan relevantes como:
– La adopción y promoción de determinados valores coherentes con la política educativa del centro.
– La opción de uso de una determinada lengua vehicular de los procesos de enseñanza-aprendizaje.
– El modelo de gestión docente e institucional que se asume.
– La orientación en el tratamiento de la diversidad.
– Las decisiones en la educación religiosa y moral.
– Los principios metodológicos generales, comunes a todo el profesorado, etc.
En resumen, el PEC, en sentido metafórico, es algo así como los cimientos educativos sobre los que construiremos el edificio académico de nuestra acción docente, bien planificado y con un elevado grado de integración y coherencia con el resto de planes de centro.
Como anotamos en las notas explicativas sobre la metodología académica de nuestra preparación , una buena programación didáctica es fundamental a la hora de obtener la mejor calificación en la segunda parte de las oposiciones. No podéis dejar de mencionar, por tanto, que se encuentra en el tercer nivel de concreción curricular, después del Proyecto Educativo de Centro (PEC), que se sitúa en el segundo nivel de concreción académica.