Dejamos una nueva entrada para una afianzar y preparar mejor el ejercicio de identificación y análisis literario. Es positivo llegar a comprender las referencias textuales y su significación dentro del periodo literario en el que se incardina la obra. Notemos como el sentido idealizado alarga sus tentáculos y abarca todos los géneros.
Yendo los cinco escuderos por su camino adelante, hablando en diversas cosas, el uno dellos dijo:
—Tenéos, compañeros, que o yo me engaño, o viene gente—.
Y metiéndose entre una arboleda que junto al camino se hacía, oyeron ruido; y mirando con más atención vieron venir por donde ellos iban un gentil moro en un caballo ruano: él era grande de cuerpo, y hermoso de rostro, y parecía muy bien a caballo. Traía vestida una marlota de carmesí, y un albornoz de damasco del mismo color, todo bordado de oro y plata. Traía el brazo derecho regazado, y labrado en él una hermosa dama, y en la mano una gruesa lanza de dos hierros. Traía una adarga y cimitarra, y en la cabeza una toca tunecí, que dándole muchas vueltas por ella, le servía de hermosura y defensa de su persona. […]
Los escuderos, transportados en verle, erraron poco de dejarle pasar, hasta que dieron sobre él. Él, viéndose salteado, con ánimo gentil volvió por sí, y estuvo por ver lo que harían. Luego, de los cinco escuderos los cuatro se apartaron, y el uno le acometió; mas como el moro sabía más de aquel menester, de una lanzada dio con él y con su caballo en el suelo. Visto esto, de los cuatro que quedaban, los tres le acometieron, pareciéndoles muy fuerte: de manera que ya contra el moro eran tres cristianos, que cada uno bastaba para diez moros, y todos juntos no podían con este solo.
He aquí un fragmento de la Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa (1561), obra rara en su género. En ella se narra la historia de amor del moro Abindarráez con la hermosa Jarifa. Esta novelita hubo de elaborar los materiales folclóricos de la tradición literaria junto con la mejor variedad del género y una sobresaliente maestría lírica y literaria.
El marco narrativo es el del territorio de frontera, lugar en el que se desarrollaban las reyertas entre moros y cristianos en la época de la Reconquista. Junto al componente guerrero, aparecen otros rasgos más propios del género literario de la novela idealista. Fijémonos en el momento de expectación que introduce la primera elocución, que ya anuncia la acción posterior. Hay que anotar, de igual manera, diferentes rasgos de la sintaxis y la lengua literaria del siglo XVI, ya moderna, tales como la regularización fonética de las sibilantes y la ausencia de vacilaciones gráficas. La morfología está desarrollada. El estilo busca la máxima belleza dentro del marco idealizado de la acción. El pasaje concreto se incardina dentro de una secuencia de tipo bélico en la que predomina el enfrentamiento entre ambos bandos.