Continuamos con nuestro ejercicio de contextualización literaria tan importante en la preparación del práctico de la oposición de lengua castellana y literatura.
Realizados los simulacros ya habéis comprobado cuán relevante es adquirir las habilidades y destrezas que permitan afrontar con éxito este complejo ejercicio.
En algunas comunidades autónomas como Andalucía, Cantabria o Madrid, esta cuestión suele presentarse de forma independiente. Situar el texto en base a la lengua literaria, los tópicos, referentes, temas y su tratamiento, etc. se convierte en herramienta fundamental dentro de la proyección que ofrece lo histórico-literario y filológico en nuestra materia de lengua castellana y literatura.
He aquí una nueva muestra textual. Fijémonos en el conceptismo, la acotación del sentido, la brevedad (que emula la propia brevedad de la vida. En este sentido, traigamos a colación la preferencia que en todo momento se siente por lo condensado y breve, incluso en el tamaño de los libros, pequeños y reconcentrados,etc…). La expresividad aparece reconcentrada, bajo la intensión semántica de ideas como islas, bien acotadas en aposiciones u oraciones encabalgadas que focalizan el concepto final. Los elementos únicos, individuales, de la retórica del autor que vamos comentando siguiendo a Pablo Jauralde Pou.
Notemos, asimismo, el énfasis, el dolor y la desesperación, a las que contribuye el plano fonético-fonológico.
¡Cómo de entre mis manos te resbalas! ¡Oh, cómo te deslizas, edad mía! ¡Qué mudos pasos traes, oh muerte fría, pues con callado pie todo lo igualas! Feroz, de tierra el débil muro escalas, 5 en quien lozana juventud se fía; mas ya mi corazón del postrer día atiende el vuelo, sin mirar las alas. ¡Oh condición mortal! ¡Oh dura suerte! ¡Qué no puedo querer vivir mañana 10 sin la pensión de procurar mi muerte! Cualquier instante de la vida humana es nueva ejecución, con que me advierte cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana.
Para Jauralde Pou (Francisco de Quevedo, Madrid, Agapea Libros, Málaga, 2023) la lírica quevediana muestra la encarnación del tiempo derrumbándose y tensionando la capacidad de aguante existencial. Es importantísimo desarrollar el instinto literario para mejorar siempre el ejercicio de identificación. La exclamación inicial muestra sorpresa, espanto, angustia. He aquí que Quevedo se desespera y muere ante la contemplación del paso del tiempo y la llegada de la muerte.