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El pasado sábado, 22 de junio, los opositores/as castellanoleoneses/as realizaron los dos ejercicios correspondientes a la primera parte de las oposiciones de Lengua castellana y Literatura de Castilla y León. Ya estuvimos analizando las particularidades de su examen práctico. Toca ahora realizar una pequeña cala en el ejercicio de desarrollo del tema.
Los temas fueron los siguientes: 2,25,59,72.
2.Teorías lingüísticas actuales. 25. Cohesión textual: estructuras, conectores, relacionantes y marcas de organización. 59. El Realismo en la novela de Benito Pérez Galdós. 72. La literatura en lengua catalana, gallega y vasca: obras más relevantes y situación actual. |
Unos temas muy dispersos
Al contrario de lo que afirmamos para el caso de Extremadura, comunidad en la que han aparecido temas muy centrales, en este sorteo la dispersión de temas ha sido más elevada.
Dos temas de la primera mitad del temario (el 2 y el 25) de los bloques de Lingüística y Discurso y otros dos de literatura pertenecientes a la segunda mitad.
Siempre decimos que en sucesos equiprobables (todos los temas tienen idéntica probabilidad de aparición) es imposible detectar regularidades. Es por esto que debe prepararse bien un número de temas que garantice una probabilidad superior al 98%- 99%. Aún así, es posible, aunque menos probable, que caigan temas que no se han estudiado. Significa, por tanto, que, preparando 50 temas, hay un margen, por estrecho que sea, para que aparezcan cuatro temas distintos a los estudiados.
Caprichos de la probabilidad: el tema 25 cayó en Extremadura, Cantabria y Castilla y León
Resulta muy sorpresivo que el tema 25 de la cohesión textual cayera en tres comunidades de forma casi simultánea. Ya lo hizo el año pasado en comunidades como Castilla-La Mancha. Se trata de un tema que guarda grandes sinergias con el comentario pragmático, pues alberga conceptos de aplicación directa en esta tipología analítica. Algunos de nuestros opositores/as lo desarrollaron. Según nos dijeron, salieron muy contentos del examen. Esperamos, pues, que la valoración sea objetiva y sus calificaciones sean buenas o muy buenas.
Abundando en una cuestión que venimos machacando desde hace tiempo, un tema bien enfocado, estructurado adecuadamente, que cumpla con los criterios de valoración, posea un buen basamento científico, sea innovador y, además, esté actualizado desde el punto de vista didáctico, pedagógico y legislativo, tiene todas las papeletas para obtener una excelente calificación.
Todos los temas están en el bombo
La clave para superar la prueba del temario se encuentra, única y exclusivamente, en estudiar y trabajar a fondo un buen número de temas. Lo contrario es tentar a la suerte. Un sorteo adverso puede arruinar un año o dos de preparación, por muy bien que se desarrolle la parte práctica.
Sin entrar en el fondo teórico de estos temas, sí diremos, que elegir un tema u otro en base a un criterio de comparación con las elecciones de los otros/as opositores/as es un planteamiento totalmente equivocado. No deja de ser una suerte de «dilema del prisionero» . El enfoque del tema 59, por ejemplo, puede ser radicalmente distinto en calidad de un aspirante a otro, y eso será precisamente lo que valorará el tribunal: su fuerza y calidad. Por tanto, la premisa de base es tener total confianza en el temario que se lleva estudiado. Un requisito fundamental que debéis exigirle es el de que haya obtenido buenos resultados en anteriores procesos de oposiciones. No podemos negar el hecho de que es más fácil diferenciarse con un tema que hayan escogido pocos opositores, pero si el monográfico no destaca por su calidad, obtendrá una valoración pobre. Por el contrario, aunque sean muchos los aspirantes que se decanten por el mismo tema, si este cumple con los parámetros de calidad, profundidad científica y rigor, obtendrá la calificación que se merece.
Mucho ánimo y suerte para todos los opositores y opositoras de Castilla y León.