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¿Cuáles son los beneficios de leer obras y antologías literarias de cara al desarrollo de comentarios lingüísticos-literarios?

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    Iniciamos una nueva semana de trabajo en todos los cursos y modalidades ofreciéndoos un nuevo artículo en el que analizamos la función de las lecturas en el razonamiento lingüístico-literario y su aplicación al desarrollo de diferentes tipologías de análisis.

    ¿Qué función tiene la lectura de textos literarios en la preparación de los exámenes prácticos?

    La lectura reflexiva de textos de diferentes épocas y periodos os ayudará a relacionar los elementos que componen el análisis literario en todos los niveles: constantes temáticas, tópicos, lengua literaria, género, rasgos estéticos y artísticos, etc. Esto os permitirá amplificar vuestros conocimientos previos y acrecer las posibilidades de comprensión e interpretación crítica. Asimismo, esta tarea es muy adecuada para captar los rasgos literarios más relevantes, que actualizan y reavivan el conocimiento literario, basado en la comprensión e identificación de las características fundamentales de secuencias con similares características.

    Habilidad y confianza en los comentarios y análisis

    Los textos literarios siempre poseen cierto grado de complejidad variable, que varía en función de la época o periodo al que pertenecen. El mensaje literario se ofrece envuelto en un embalaje netamente artístico y elaborado. Los procedimientos de creación literaria se caracterizan por estar sometidos a un determinado grado de elaboración. Es lo que Sklovski desde el formalismo denominó “sensación de la forma”.

    Comprender las claves del mensaje literario pasa por identificar los rasgos del periodo o época en el que este se inscribe. En la caracterización de textos  pertenecientes a la misma época literaria encontraremos similitudes y concordancias que, solo a través de una escucha atenta del dialogismo textual, conseguiremos interceptar e interpretar. Comentar el texto en clave homocategorial, es decir, desde una perspectiva intertextual y dialógica es un ejercicio muy productivo y útil a la hora de establecer comparaciones y reflexionar sobre las similitudes y analogías patentes en los planos temáticos o formales.

    El error de algunos opositores/as ¿Por qué comentan lo lingüístico de espaldas al canon de época?

    En nuestra preparación hemos revisado y corregido esquemas del comentario lingüístico cortados por el mismo patrón. Se trata de un guion de análisis lineal, repetitivo y mecánico de los planos gramaticales, desde el nivel fónico al pragmático. El gran error de este planteamiento es que se centra en una interpretación y análisis del material lingüístico del texto entendido como una manifestación formal autónoma e inmanente, desgajada de la cultura literaria, la ideología, la estética y la mentalidad que lo informan.

    Un buen comentario lingüístico no puede dar la espalda al marco literario, genético, en que se engendró el texto. Lo dijimos en el artículo «Métodos para la realización del comentario literario (I). Una aproximación desde el Formalismo» : cada época, etapa o movimiento ostenta su propia lengua, fruto de una determinada concepción artística o estética. Explicarla en todos sus niveles es tarea del comentario lingüístico, pero siempre en relación a su época lingüística. Por poner un ejemplo: la sintaxis diacrónica de una prosa moderna del siglo XVI nos informa de un conjunto de preferencias gramaticales muy distintas a las que podamos encontrar en un texto de la época barroca.

    La lectura antológica nos permitirá comprender los rasgos que se sitúan en la esfera de las similitudes y las diferencias de las obras a las que pertenecen y del periodo en el que se encuadran.

    ¿En qué consiste la lectura reflexiva?

    No cabe duda de que la lectura de textos literarios, como nos dice el actual currículo académico, es una fuente de placer y enriquecimiento personal. Ahora bien, leer por leer, sin identificar las constantes formales o los elementos literarios más caracterizadores de la época, renunciando, además, a la reflexión que incita el posterior análisis, no es una labor cien por cien útil y provechosa.

    La reflexión en torno a la lengua y a la literatura nos servirá para interpretar ambas dimensiones a la luz de sus manifestaciones textuales. La crítica literaria se ha construido mediante la lectura hermenéutica de textos y la generalización interpretativa de sus rasgos de época más señeros, extrapolables a la comprensión de obras del mismo periodo.  

    Esto no es algo nuevo; la LOE nos encomendó,  como profesores/as de Lengua castellana y Literatura, la labor de investigar y aportar conocimiento a la materia, circunscribiendo dicho cometido al ámbito de nuestras atribuciones docentes. Crear una crítica literaria desde nuestra óptica personal es una labor muy productiva y enriquecedora.

    Ponemos un ejemplo: no hemos encontrado en ninguna historia o crítica literaria, tampoco en el estudio introductorio de Russell P. Sebold a la edición de Cátedra de Cartas marruecas,  una mínima alusión a las relaciones claras entre esta obra y  las Andanzas y viajes de Pere Tafur (h.1454). Sin embargo, la lectura de ambas obras nos permitirá elaborar un listado de intertextualidades evidentes. En eso consiste la evolución literaria: en un ir y venir de temáticas y moldes genéricos que se retroalimentan en la dialéctica constante entre lo dado y lo nuevo; la tradición y la vanguardia.

    ¿Cómo es el ejercicio del juego de las adivinanzas?

    Un opositor, que aprobó con nosotros en la Comunidad de Madrid, preparó las lecturas mediante un método bastante original. Se volcó en la lectura reflexiva de textos de diferentes periodos y autores con el objetivo de adquirir una cultura literaria avanzada que le permitiera explicar su adscripción a un periodo lingüístico-literario o, en su caso, identificar la autoría la serie de textos extraídos al azar. A lo largo del año de preparación se reunía regularmente con su pareja, que le leía secuencias textuales elegidas al azar. El ejercicio consistía en identificar la autoría o el movimiento al que pertenecía dicho texto. Al principio fallaba mucho, pero con el tiempo logró perfeccionar la técnica y se convirtió en un “detector infalible” de autores y obras más representativas. Es un ejercicio muy parecido al que venimos desarrollando desde 2019 en la sección “¿Contextualizamos?” o “Prepárate a fondo”.

    El punto de partida del análisis: la contextualización literaria es fundamental en todos los comentarios

    En comunidades como Madrid, el ejercicio de contextualización literaria tiene un peso fundamental en el examen práctico de oposiciones. Por ello, la lectura sosegada y reflexiva de textos es una tarea muy importante, pues os permitirá familiarizaros con los rasgos de las literaturas de cada momento. La interpretación y análisis os orientarán en la localización literaria. El proceso posterior es meramente deductivo:

    • Leemos el texto propuesto.
    • Obtenemos una idea más que menos acertada del contexto literario al que pertenece.
    • Justificamos dicha idea mediante el análisis de todos los planos textuales: temáticos, lingüístico-filológicos, gramaticales, léxico semánticos, etc.

    Es evidente que errar en el segundo apartado da lugar a un comentario de contextualización literaria equivocado y erróneo. Atribuir un texto romántico al realismo literario es un grave error. Además, la experiencia nos dice que los tribunales no penalizan tanto un error en el plano de la autoría como otro referente al plano del movimiento. Y a la inversa, valoran más la contextualización razonada del texto en su periodo que la atribución injustificada a un autor o autora.

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