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Aquí tenéis un nuevo texto para el ejercicio de contextualización.
Podéis apreciar en él varios tópicos relevantes. Se trata de justificarlos e intentar situarlo en su corriente poética más concreta, siempre en la periodización más corta posible.
"Presa soy de vos solo, y por vos muero…
"Presa soy de vos solo, y por vos muero
(mi bella Luz me dijo dulcemente),
y en este dulce error y bien presente,
por vuestra causa sufro el dolor fiero.
Regalo y amor mío, a quien más quiero,
si muriéramos ambos juntamente,
poco dolor tuviera, pues ausente
no estaría de vos, como ya espero”.
Yo, que tan tierno engaño oí, cuitado,
abrí todas las puertas al deseo,
por no quedar ingrato al amor mío.
Ahora entiendo el mal, y que engañado
fui de mi Luz, y tarde el daño veo,
sujeto a voluntad de su albedrío.
El simbolismo de la lírica popular
Apreciemos en la composición la presencia del símbolo de la prisión. Se trata de una imagen tomada del folclore y de la cultura del amor cortés. Esta imagen nos ayuda a comprender la importancia de la interrelación y la contigüidad semántica entre el amor y el padecimiento.
Estar enamorado es estar preso tras los barrotes de la dama que desdeña al «martire amoroso» en terminología de Rafael Lapesa (La trayectoria poética de Garcilaso, Madrid, Alianza, 1980).
Algunos tópicos de la tradición literaria. El concepto del martire amoroso de Rafael Lapesa Melgar
El yo lírico trata de enseñar su padecimiento recurriendo a estos símbolos de la tradición literaria. He aquí que tras el padecimiento, los poetas petrarquistas (Garcilaso y su Escuela) llegarán a experimentar cierta fruición, cierto goce honesto en el padecimiento y en el dolor. La forma en la que este dolor arranca lamentos del corazón se mezcla con el honor de sentirse rechazado. Forma parte esto último del aparente juego de oposiciones que experimenta el estado anímico del poeta. Será muy característico y singularmente llamativo el hecho de que el amante fuerza su voluntad en pos de su amor puro y profundo.
Veamos la proximidad literaria del símbolo amor-prisión en el antiguo «Romance del prisionero»:
«Que por mayo era por mayo/cuando hace la calor/….».
Otras imágenes recurrirán a la nieve o al hielo para expresar la frialdad de la dama.
Aparece el poeta engañado por un engaño, por un error, por un amor no correspondido: “engañado fui”, es decir, es un poeta que sufre y vive, un hombre de carne y hueso, ya renacentista, que es capaz de manifestar sus sentimientos, expresarlos y sufrirlos, ya ha dejado atrás los ecos medievales en los que el poeta parecía ser ajeno al dolor. Aquí se sufre en primera persona.
Por otra parte, sigue apareciendo la mujer, el objeto de deseo idealizado, pues es tan grande el amor del poeta que con una hipérbole dice que “si muriésemos ambos juntamente, poco dolor tuviera”, pues estaría con la amada. Sitúa el amor de la dama, su valor en tanta estima que no dudaría en perder su vida, si sin ella tuviese su amor. La idealización de la mujer es una constante en el “Dolce stil nuovo” del s.XIII y en el Renacimiento, después, en la que la mujer era fuente de inspiración divina y su belleza camino al sublime amor, al amor con Dios.
Destaca que es una luz quien, personificada, le habla “dulcemente”. Para empezar, recordemos que todo lo relacionado con el mundo imaginario del ideal femenino se accedía por medio de los sueños o de forma simbólica, de ahí que aquí una luz le diga, le susurre, una situación imbricada con lo irreal, lo mágico, simbólico y, por qué no, onírico.
No podemos dejar de hacer referencia a esa luz, concepto que ya Ficino recupera de Platón y en el que la luz es la fuente de la que proviene Dios, es ese resplandor que baja del cielo en forma de luz luminosa, es la perfección de la belleza a la que sólo puede accederse a través de los sentidos nobles.
Por último, dice el poeta en el último verso que está “sujeto a la voluntad de su albedrío”, con lo que refleja un pensamiento más propio de la época pasada, en la que uno no era dueño de su vida y no tenía más remedio que acatar su destino. No obstante situaría el poema en el XVI.