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La preparación del texto que os propongo a continuación es sencilla, pues reúne múltiples características de la etapa poética de su autor.
VII ¡Colinas plateadas, grises alcores, cárdenas roquedas por donde traza el Duero su curva de ballesta en torno a Soria, obscuros encinares, ariscos pedregales, calvas sierras, caminos blancos y álamos del río, tardes de Soria, mística y guerrera, hoy siento por vosotros, en el fondo del corazón, tristeza, tristeza que es amor! ¡Campos de Soria donde parece que las rocas sueñan, conmigo vais! ¡Colinas plateadas, grises alcores, cárdenas roquedas!… VIII He vuelto a ver los álamos dorados, álamos del camino en la ribera del Duero, entre San Polo y San Saturio, tras las murallas viejas de Soria —barbacana hacia Aragón, en castellana tierra—. Estos chopos del río, que acompañan con el sonido de sus hojas secas el son del agua, cuando el viento sopla, tienen en sus cortezas grabadas iniciales que son nombres de enamorados, cifras que son fechas. ¡Álamos del amor que ayer tuvisteis de ruiseñores vuestras ramas llenas; álamos que seréis mañana liras del viento perfumado en primavera; álamos del amor cerca del agua que corre y pasa y sueña, álamos de las márgenes del Duero, conmigo vais, mi corazón os lleva! IX ¡Oh, sí! Conmigo vais, campos de Soria, tardes tranquilas, montes de violeta, alamedas del río, verde sueño del suelo gris y de la parda tierra, agria melancolía de la ciudad decrépita. Me habéis llegado al alma, ¿o acaso estabais en el fondo de ella? ¡Gentes del alto llano numantino que a Dios guardáis como cristianas viejas, que el sol de España os llene de alegría, de luz y de riqueza!
Contextualización literaria
Como comentas, Virginia, efectivamente se trata de una serie inconfundible perteneciente a la etapa noventayochista de Machado, representada de forma señera por Campos de Castilla (1907-1917). Apreciamos la diferencia en el tratamiento del paisaje sin perder la dirección krausista que comentábamos en otra entrada. También comentas, Virginia, la imagen como proyección del estado anímico del poeta. Tendríamos que añadir la interioridad del paisaje como «ethos» del momento concreto que vive el poeta y su lugar temático en la generación del 98.
Es inconfundible este poema en el que “colinas plateadas”, “Duero” y “Soria” aparecen en los primeros versos. Se trata del poema “Campos de Soria” dentro del poemario Campos de Castilla (912) de A.Machado.
Se trata de las últimas 3 estrofas de las 9 que componen el poema, quizá las más personales y en las que no solo describe Castilla sino que el poeta se deja inundar por él y se identifica con el mismo. Observemos los versos 7 y 8 de IX en el que el poeta se pregunta si serán los campos los que le han llegado al alma o si quizá ya estaban en el fondo de ella. Machado no solo describe la Soria en la que ha vivido sino que la siente. Veamos cuando en los versos 9 y 10 dice que siente tristeza en el fondo del corazón.
Tristeza y amor se unen en el sentir del paisaje, el yo poético acompaña el paisaje que describe cargado de emociones, pues parece sentir el pasado: “tardes de Soria, mística y guerrera” (verso 8; estrofa VII), el presente: “Conmigo vais, campos de Soria” (verso 1; estrofa IX) y el futuro de esas tierras que contempla: “que el sol de España os llene de alegría” (versos 11-12; estrofa IX).
En cuanto a la forma El autor utiliza la silva, una de las formas que más le atraen y abundan sustantivos y adjetivos, pues se trata de una descripción: “colinas plateadas” o “grises alcores” y dotan al texto de expresividad, cromatismo y plasticidad.
Si algún compañero tiene algún alumno son problemas de audición, hay una versión poema en lenguaje de signos en el Cervantes virtual 🙂