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¿Cómo afrontar el drama de que no os haya salido tema en el primer examen de oposiciones?

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    Este sábado os examinasteis del primer ejercicio de oposiciones de desarrollo del tema. Este fin de semana nos habéis relatado vuestra mejor o peor suerte en el sorteo de los temas. En comunidades como Madrid (turno de reposición), Castilla y León o Castilla-La Mancha los números han sido bastante caprichosos y los testimonios de no haber podido defender ni un solo tema de los que cayeron en el sorteo nos producen verdadera pesadumbre y desasosiego. Hemos vivido muy de cerca vuestras experiencias  vitales y de preparación. Algunas de ellas han sido especialmente duras. El que no hayáis tenido la oportunidad de demostrar vuestros conocimientos nos cae como una losa, pesada y triste.

    Primera reacción: rabia, frustración y sensación de fracaso

    En algunos casos habéis tenido que convivir con el estudio y situaciones muy tristes como la pérdida de seres queridos, enfermedades, divorcios, etc.  Vuestra mente no ha estado a la altura, tranquila y sosegada para el estudio. Hay muchas experiencias que se acumulan y hacen mella, pues rompen el equilibrio de lo que debe ser una trayectoria de trabajo limpia, sosegada y estable. Compaginar vida y estudio es muy, pero que muy difícil. Llegar al primer examen de oposiciones y toparse con la triste realidad de que no cae un solo tema de los preparados es algo muy dramático.

    La sensación de haber perdido dos o tres años de tu vida

    Desde una óptica esperanzadora, intentamos que os reconforte la idea de que no han sido año de vida perdidos para acrecer el haber del estudio; han sido años ganados a favor del mismo. Y es que los saberes se acumulan, se mantienen, evolucionan y solidifican. Si este no es vuestro año de plaza, lo será otro venidero. Pensad en que lo que habéis aprendido os acompañará hasta el año en que podáis decir que el esfuerzo y sacrificio han merecido la pena. Este proceso nos mejora y fortalece en todas las dimensiones. Los años no son perdidos, pues vuestra capacidad intelectual será superior. El estudio acrece la base de conocimientos y la fortalece. Ni por un momento penséis que lo mucho que os habéis esforzado no ha servido de nada.

    Anteponer el estudio a la vida

    Mantener la mente serena nadando a contracorriente de los problemas del día a día es muy difícil. La vida transcurre por cauces muy distintos a los de la entrega intelectual y la renuncia que ello conlleva. Vivir malos momentos y tener la obligación de seguir estudiando y trabajando es dificilísimo, muy duro, porque vuestra cabeza está en otra parte. Experimentar vivencias tan negativas como la pérdida de un ser querido, un divorcio o una enfermedad, etc. y afrontar la obligación de trabajar y estudiar para la plaza es complicadísimo. Ambas dimensiones colisionan y se encuentran en un verdadero desafío, pues son totalmente incompatibles. Alabamos vuestro coraje y valor, pues en esos casos, habéis seguido luchando contra viento y marea para darlo todo, mejorando en capacidad de conocimiento y en dimensión humana.

    Experiencias de todo tipo

    Nuestros/-as opositores/-as han salido de este primer examen con experiencias de distinto signo, buenas y malas. Nuestro consejo es que no decaigáis, ni tiréis la toalla. El derrotismo no puede apoderarse de vosotros/-as. El proceso tiene varias fases y en todas ellas hay que estar a la altura y nivel, dándolo todo hasta el final. En los casos de la vía 2 con más motivos, pues los dos ejercicios de la prueba única no son eliminatorios. Debéis seguir luchando y buscar la suerte que no habéis tenido en la prueba del tema.

    Alejar la idea de fracaso

    Debéis pensar que habéis hecho lo que habéis podido. Es cierto que llevar bien preparados 40 ó 45 temas y que no haya salido uno de ellos genera un verdadero shock. No obstante, debéis reponeros y seguir hacia delante. No habéis fracasado, pues ya habéis obtenido un sobresaliente en vuestra capacidad de lucha y sacrificio , y esto ya es un logro personal importantísimo, un índice de que podéis mejorar a pesar de las adversidades.

    El duro camino de estudiar el temario de oposiciones

    El estudio profundo, constante y repetitivo de los temas y esquemas es duro, pero os ayudará a adquirir la base de conocimientos necesaria para el adecuado desarrollo de las otras partes de la preparación. Estudiar y repasar un elevado número de temas consume muchísimo tiempo y energías. La selección de los mismos no ha de basarse, de manera exclusiva, en preferencias personales, sino en virtud de las sinergias del temario de oposiciones con la parte práctica. Es una tarea que debéis compaginar con la formación en didáctica (unidades didácticas y programación) y parte práctica. Preparar las partes por separado es un error, pues son vagones del mismo tren que conduce a la plaza.

    La aleatoriedad e impredecibilidad del sorteo de temas

    Las leyes de la probabilidad son muy azarosas y los sucesos aleatorios de que caigan unos temas u otros no se pueden predecir, adelantar ni conocer. Llevando 45 temas preparados hay una probabilidad casi total de que caiga uno de los preparados. No obstante, quedan los otros 27. Por tanto, debéis ser conscientes de que podrían caer 5 bolas de los 27 temas que no habéis preparado. Es muy difícil, pero a veces sucede. Esto, evidentemente, es tener mala, muy mala suerte. Es como la vida misma: buena y mala suerte son las dos caras de la misma moneda.

    Una cuestión para la reflexión: consolidación vs. procesos de oposición

    Recientemente ha tenido lugar el concurso de estabilización docente en el que la Administración ha repartido plazas de funcionario de carrera mediante el concurso de entrega de méritos. Desde aquí, queremos daros la enhorabuena a los interinos/-as que habéis obtenido plaza con dicho sistema. Simplemente habéis aprovechado la oportunidad que os ha dado la Administración de convertiros en funcionarios/-as.

    Hemos vivido muy de cerca vuestro sacrificio, haciéndolo nuestro. En estos días hemos presenciado cómo algunos/as de vosotros/as os habéis derrumbado estrepitosamente. Contrastar el sacrificio, la dedicación y la dureza del proceso selectivo con el concurso puro y duro despierta en nosotros la idea de una tremenda injusticia. Asignar plazas de profesor sin el requisito de demostrar una capacitación superior nos parece sumamente injusto y desigual. Si en una profesión como la nuestra, en la que formamos a personas, no se valoran adecuada y equitativamente la capacidad intelectual, el conocimiento y los saberes de los futuros profesores, ¿qué sociedad es la que queremos?

    Muchísimo ánimo a  todos/as  los opositores y opositoras en lo que queda de proceso. Y a los/las que no os ha salido tema transmitiros todas nuestras fuerzas: seguid intentándolo y no perdáis nunca la esperanza.

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